ESPOLÓN DE LOS ESPARRETS, una clásica de Ravier.

Desde la subida al Balcón ya se ve la arista de los Esparrets con su característica roca rojiza.
 Luichy y Lorenzo
Exactamente un espolón no es, tampoco es una cresta, tal vez la denominación más acertada sería la de arista, pero lo que sí es el Espolón de los Esparrets es una Ravier, una escalada clásica con todos los ingredientes necesarios para ello. Alejada. Subir al Balcón de Pineta con el equipo de vivac y de escalar lleva tres o tres horas y media, más otras dos horas hasta pie de vía. Terreno de alta montaña, es decir, escaso equipamiento y roca mala, aunque en los pasos difíciles la roca es buena y se asegura bien, hay tramos muy descompuestos  que obligan a estar siempre atento para no romperle el casco al compañero. Dificultad media, incluso alguno diría que baja, aunque siempre entre el IV y el V. Soledad garantizada. Y por último, descenso largo y no muy evidente, o lo que es lo mismo, horario de jornada completa. Resumiendo, todas esas cosas que a nosotros, o por lo menos a mí, tanto nos gustan y que dan aliciente a estas pequeñas aventuras pirenaicas.
Nosotros optamos por ir a dormir en el Balcón, en un magnifico vivac preparado bajo una gran piedra. Al día siguiente, al amanecer, emprendemos la aproximación por el borde del Balcón, siguiendo unos mojones (a la vuelta fuimos un poco más adentro y creo que es más cómodo) y dudamos al escoger la faja o vira que lleva al bloque característico, al final acertamos eligiendo  la más alta, hay mojones aunque no siempre son bien visibles)
Una vez en la faja, pasamos por debajo de un bloque carácterístico y después de un rápel por una chimenea (se podría destrepar, es más fácil de lo que parece) comenzamos a buscar la subida hasta el comienzo de la vía, justo a la izquierda de una roca negra característica.
La escalada, sin ser muy difícil, requiere atención e intuición. Hay muchas piedras sueltas aunque, en general, la roca no es mala, es la típica roca rojiza, “Arenisca de Marboré”, que puede verse en muchas zonas del Pirineo, Ordesa incluida. A mí me recordaba bastante a la Arista de los Murciélagos del Aspe.
Canales, chimeneas, algún muro vertical, tramos de cresta afilada y algún rápel, se van sucediendo mientras se gana altura y las montañas que nos rodean van quedándose a nuestra altura. El valle de Pineta siempre bajo nosotros, este año tan seco con muchas zonas de bosque prematuramente otoñales, y La Munia, Robiñera, Troumouse y la cresta del Foncarral como telón de fondo.
Cuando termina la escalada todavía nos queda subir al Esparrets, una prominencia apenas perceptible en la cara norte de Monte Perdido que los coleccionistas de tresmiles han dado categoría de pico (¿?), y regresar al Balcón de Pineta.
Decidimos bajar por el norte de los pìcos Boudrimon en busca de lo que en algún sitio denominan la Faja Bellavista. La bajada desde la cima del Esparrets es delicada, por terreno muy descompuesto. Hay un nevero pero no llevábamos equipo para bajar por él. Este descenso no sé si es la mejor opción porque es largo y va por pedreras bastante antipáticas e inestables. Además el camino no se sigue muy bien. Hay que bajar hacia el este, sorteando las paredes, hasta llegar a una punta característica que llaman Arlaud, y una vez en ella, regresar llaneando por pedreras que vistas de lejos parecen imposibles hasta la chimenea del rápel que se remonta y, una vez allí, regresar por la vira del bloque ya descrito en la aproximación hasta el Balcón.
Otras opciones serían subir hasta Monte Perdido y bajar por la vía normal y el collado del Cilindro, o bajar por el glaciar de la cara norte atravesando hasta el camino del collado del Cilindro, o destrepar por el espolón que comienza en la punta de los Esparrets y delimita la vertiente este del glaciar norte de Monte Perdido, esta opción debe ser la más rápida aunque desde lejos este espolón parece impracticable pero yo recuerdo subir fácilmente por él para escalar la norte de Monte Perdido. 
Nosotros tardamos trece horas de vivac a vivac de las cuales unas siete fueron para la escalada, incluido algún pequeño embarque, y tres horas para descender hasta el Balcón.

Bonita escalada, muy recomendable pero, como casi todas estas escaladas clásicas de Alta Montaña, sólo aptas para los amantes de estos terrenos de aventura.
Lorenzo
Magnífico vivac en el Balcón, con puerta y todo.

Una mirada nocturna a la Norte de Monte Perdido
El bloque por el que hay que pasar para acceder a la base del espolón.

Buscando el comienzo de la vía





Escalada con vistas. Falta la foto de la cresta afilada típica que pasamos, sin darnos cuenta, caminando por una repisa apenas un metro por debajo.

Amanecer desde el Balcón. ¿Sería este el aspecto que tenía el glaciar que esculpió, hace tal vez cuarenta mil años, estos valles?



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando lo hice hace unos cuantos años era un mes de Junio (creo) y nosotros destrepamos el corredor que se sigue en la parte inferior de las clasica a la norte del perdido. Destrepe que hicimos sin cuerda, no es dfícil aunque hay que ir concentrado y desde luego es bastante rápido llegar al balcón de Pineta y tomar el camino normal.

Chavi

Anónimo dijo...

Destrepe con crampones y piolet

lorenzo dijo...

Sí, seguro que es mejor que lo que hicimos nosotros. O incluso cruzar el glaciar hasta la vía normal del collado del Cilindro.