Estel. Ezkaurre

Sábado 9 de julio

Mi primer acercamiento a una vía alpina, con bastante inquietud, con amenaza de tormentas, pero eso si, en muy buena compañía.
Madrugamos, y salimos camino de Isaba. El día ahora está despejado, a ver si hay suerte, y no pillamos a nadie por delante.
Cuando nos acercábamos al pie de la vía, se oían voces, pero eran un grupo de gente que estaban en la esminu. Para entonces, la altura empieza a provocar en mí sensaciones poco tranquilizadoras…

- ¡¡¡Venga, ánimo, que no pasa nada, que es escalar…que me gusta mucho, que se supone que puedo con el grado….!!!Es lo que me repito en silencio. José Luís empieza, tranquilo, con calma…
- ¡¡Pararé en la primera reunión, así nos vemos todo el rato!!
Eso me gusta, que mi compañero no desaparezca!! Cuando me toca empezar, pasa lo que me suele pasar en bastantes vías de largos….¡¡¡Si no puedo ni salir!!! ¡¡¡El primer paso, en los primeros metros!!!. Superado el susto, sigo contenta hacia la primera reunión. Llego, y respiro mas tranquila… metida en harina, y ya allí, ¡¡a disfrutarlo!!
Me queda el recuerdo de pasar por entre dos piedras con la mochila a la espalda en un paso del segundo largo, que mi compañero subió por fuera. A mi me daba mas tranquilidad quedarme “enganchada” entre las piedras que subirme a la roca de arriba, así que lo intento, y sale, va, y cabía…

…y llegamos al cuarto largo. Para entonces, otras cordadas nos seguían. Y en esta ocasión, mi compañero ha desaparecido. Salir de la reunión, ya hizo que me agarrara a la cinta mas cercana para superar el pasito de la salida, pero los sudores los tuve en un paso en la placa, que hizo que me plantease durante bastante rato qué pintaba yo ahí, sin poder subir, con gente por detrás, sin ver a mi compañero, con un viento que cada vez era mas fuerte, y un montón de miedos rondando por mi cabeza…
En fin, la realidad es que con tranquilidad casi todo se supera¿?…pero hay que tranquilizarse. Así que al final, entre agarrarme a las cintas y en algunos momentos, esforzarme en subir como no suelo hacerlo casi nunca…llegué a la reunión, y de ahí a la cueva.
El resto, hasta terminar la vía, ya más tranquila, en zapatillas, haciendo risas para calmar las tensiones pasadas, y disfrutando de las maravillosas vistas….
Iban entrando más nubes, y decidimos bajar por la canal y una larga y escarpada pedrera. Otra nueva experiencia, esa de “surfear” entre piedras…
Como me dijo un amigo por la tarde….recordarás solo lo bueno, y así está siendo. ¡¡Si hasta pienso que podré repetir!!

Un saludo cariñoso a todos los caracoles y caracolas…!

José Luís y Txus

La reseña, de Luichy