Norte del Puro




Norte del Puro

Entre love-climbing y love-climbing, de repente llega  la noche de San Juan. ¡Los días más largos del año, la época ideal para las grandes courses alpinas o pirenaicas! Pero este comienzo de verano está siendo un tanto revuelto en montaña. Aparcamos para otra la idea de subir a Zuriza a pegarle un tiento a Urdaburu, y una vez más nos dejamos caer por Riglos.







Riglos, sí, al otro lado del Gállego, donde están las tapias y las vías de verdad, esas que tiran p´atrás y dan miedo. Llevamos ya una temporada deambulando al otro lado, en el lado más amable y "lovely" del cañón del Gállego. Ya es hora, como dirían Lou Reed y Albert Pla, de darse una vuelta por el lao más bestia de la vida...









 Así que le entramos a una vía que desde hace mucho nos apetecía a la vez que nos daba cierto respeto: la norte del Puro. Hace ya muchos años que recorrimos la Rabada-Navarro al espolón Este del Firé. Una muy buena vía, resuelta de una manera impecable, que aun hoy mantiene su exigencia. Sabíamos que la cordada maña había abierto la norte del Puro de la misma manera, sin expansiones, como entrenamiento para el Firé. Algo más corta, algo más sencilla, pero aun y todo lo suficientemente severa como para plantearte el ir estando ya suficientemente rodado.



La norte del Puro es una vía en verdad preciosa. Línea elegante, buena roca, equipamiento bastante austero aunque sin llegar a ser excesivamente expo. Hay parabolts en cada reunión, y uno más en el paso clave de cada largo. Los largos son cortos, si bien como parece ser costumbre, unimos los dos últimos en uno solo. Total, de ninguna manera se puede decir que es una vía peligrosa, pero aun así, el estado, o la escasez de algunos seguros intermedios obliga a escalar con tiento y concentración. Tanto la escalada como las reuniones tienen "ambiente". Hay que negociar tres panzas que exigen pasos de 6a, y el resto es un maravilloso conjunto muy homegeneo de V-Vsup. Por consiguiente, las dificultades no se disparan y eso puede permitir disfrutar de esta obra de arte de la historia de la escalada a muchas cordadas.


Disfrutaremos un montón de esta escalada intensa pero corta, desde la elegante y vertical fisura de la entrada directa hasta el exaltante torreón final, pasando por el paso de la cueva, tan raro y ortopédico como siempre. En cuanto a material, creo que llevamos 12 expreses, fisus, aliens, y camelots medios, además de bagetillas para estrangular pitones y puente de roca.

Buenos croquis y sabrosas historias de los aperturistas en el blog de "A0 a vista"



Take a walk on the wild side... ( recordando a Lou Reed, y a tantos otros que tanto nos faltan)

Lasarte anaiak

Caracol majara sorprendido en plena panza riglera

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