Fin de semana en Calpe. Motivo, reunión preparatoria de la Liga de Rallys 12 horas de escalada. Y, como no podía ser de otra forma, aprovechamos para escalar.
El plan era conocer el Ponoch o el Puig Campana pero el riesgo inminente de lluvia nos hizo quedarnos en el Peñón de Ifach que tampoco está nada mal.
El sábado escalé con Roy de Valera, excelente escalador local que me llevó (me llevó, me subió, me mimó y me cuidó) a la vía Herbes Mágiques (350 mts, 6b/A2), magnífica escalada de corte clásico, semiequipada, que surca la cara oeste en dirección a una característica cueva muy visible desde la base.
Previamente advertido de mis limitaciones y de que, desde que de crío me lo dijeron, soy un convencido de que el sexto es el límite de las posibilidades humanas, Roy comenzó el primer largo equipándolo con cintas largas para facilitar mi progresión. La verdad es que, mientras lo veía subir con evidente facilidad, llegué a pensar que me había pasado en decirle lo malo que era, pero cuando comencé a escalar, ¡coño! que las cintas me vinieron de maravilla. (6ª, A1, V+)
A partir del segundo largo la cosa ya se humanizó más y comiencé a disfrutar de la escalada con los largos de V, V+, algún 6b, e incluso un tramo de A2.
Cuando llegamos al final del A2, estamos en la cueva que veíamos desde la base, allí el primero de cuerda escala una fisura en diagonal hasta un anclaje desde el que se baja a la base de la cueva, y el segundo se deja caer desde la reunión en un fantástico columpio con todo el precipicio a sus pies ¡impresionante!
Para terminar, un largo fácil de 60 metros hasta la cima. Tiempo invertido 4 horas y media.
Vía muy recomendable, como ya he dicho, impresionante, y que sólo afea un largo de roca descompuesta pero que está bastante bien equipado.
El domingo salimos con José Luis Rubayo decididos a encaramarnos por la Anglada pero un fuerte chaparrón en la base nos obligó a cambiar de planes. También cambió de planes Marc Xavier Ribas que se unió a nosotros y, los tres, cuando la roca se secó un poco, escalamos por el diedro de Polvos Mágicos (6b), todavía más patinoso que de costumbre por la arenilla que había arrastrado la lluvia (Marc lo liberó pero nosotros terminamos por acerar) y el clásico pasito del bloque pulido (6a), ese lo liberé yo, para llegar a la base de la Miserables (250 mts de escalada de los cuales 140 corresponden a los Miserables (L1 6b+, L2 6c, L3 6b,L4 6b) Bonita escalada de corte deportivo en un paño de roca excelente en el que Marc se lució y José Luis y yo subimos haciendo alguna que otra trampa (A0). Tiempo invertido 3 horas.
Al la bajada, cerveza, paella y más de cinco horas de coche hasta llegar a casa.
Supongo que todos conocen el Peñón, pero si todavía hay alguien que no ha estado, que espabile, que el lugar es increíble, con sus vistas al mar, sus gaviotas, y sus vías para todos los gustos.
Saludos caracoleros, Lorenzo
El plan era conocer el Ponoch o el Puig Campana pero el riesgo inminente de lluvia nos hizo quedarnos en el Peñón de Ifach que tampoco está nada mal.
El sábado escalé con Roy de Valera, excelente escalador local que me llevó (me llevó, me subió, me mimó y me cuidó) a la vía Herbes Mágiques (350 mts, 6b/A2), magnífica escalada de corte clásico, semiequipada, que surca la cara oeste en dirección a una característica cueva muy visible desde la base.
Previamente advertido de mis limitaciones y de que, desde que de crío me lo dijeron, soy un convencido de que el sexto es el límite de las posibilidades humanas, Roy comenzó el primer largo equipándolo con cintas largas para facilitar mi progresión. La verdad es que, mientras lo veía subir con evidente facilidad, llegué a pensar que me había pasado en decirle lo malo que era, pero cuando comencé a escalar, ¡coño! que las cintas me vinieron de maravilla. (6ª, A1, V+)
A partir del segundo largo la cosa ya se humanizó más y comiencé a disfrutar de la escalada con los largos de V, V+, algún 6b, e incluso un tramo de A2.
Cuando llegamos al final del A2, estamos en la cueva que veíamos desde la base, allí el primero de cuerda escala una fisura en diagonal hasta un anclaje desde el que se baja a la base de la cueva, y el segundo se deja caer desde la reunión en un fantástico columpio con todo el precipicio a sus pies ¡impresionante!
Para terminar, un largo fácil de 60 metros hasta la cima. Tiempo invertido 4 horas y media.
Vía muy recomendable, como ya he dicho, impresionante, y que sólo afea un largo de roca descompuesta pero que está bastante bien equipado.
El domingo salimos con José Luis Rubayo decididos a encaramarnos por la Anglada pero un fuerte chaparrón en la base nos obligó a cambiar de planes. También cambió de planes Marc Xavier Ribas que se unió a nosotros y, los tres, cuando la roca se secó un poco, escalamos por el diedro de Polvos Mágicos (6b), todavía más patinoso que de costumbre por la arenilla que había arrastrado la lluvia (Marc lo liberó pero nosotros terminamos por acerar) y el clásico pasito del bloque pulido (6a), ese lo liberé yo, para llegar a la base de la Miserables (250 mts de escalada de los cuales 140 corresponden a los Miserables (L1 6b+, L2 6c, L3 6b,L4 6b) Bonita escalada de corte deportivo en un paño de roca excelente en el que Marc se lució y José Luis y yo subimos haciendo alguna que otra trampa (A0). Tiempo invertido 3 horas.
Al la bajada, cerveza, paella y más de cinco horas de coche hasta llegar a casa.
Supongo que todos conocen el Peñón, pero si todavía hay alguien que no ha estado, que espabile, que el lugar es increíble, con sus vistas al mar, sus gaviotas, y sus vías para todos los gustos.
Saludos caracoleros, Lorenzo
1 comentario:
Recogiendo el guante de Lorenzo. Yo no he estado y tengo unos ditas del puente d ela Inmaculada que mi chavalería tiene cole y yo tengo fiesta, así que lanzo el guante y en la inminente caracolada contacten con "la escopeta" si está usted interesado.
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