Vivir del cuento

Ya me jo.., perdón, fastidia contar estas cosas, pero leyendo la piada del Espolón Norte a la Pique Longue me han venido un montón de buenos recuerdos y un arrebato de cochina envidia.

Sin ánimo de ensombrecer la piada del Chavi, permitidme contar esta batallita y compartir con vosotros estos recuerdos

Sucedió hace 27 años, cuando todavía se podía ir en coche hasta el refugio de forestales bajo la ruta del Principe de la Moscova, en Bujaruelo. Allí dormimos Toño Ubieto y yo antes de emprender el camino hacia el valle de Gaube por el puerto de los Mulos.

Amanecer desde el vivac

Como la intención era vivaquear en la pared, desde el refugio fuimos en una tirada hasta la pared y escalamos la primera parte hasta la base del espolón propiamente dicho donde pasamos la noche y al día siguiente escalamos el espolón, descendimos por la arista de Gaube (sin cumbre) y regresamos a casa más contentos que unas pascuas porque en aquellos años, el Espolón Norte de la Pique Longue era una escalada mítica y muy poco repetida. Por supuesto la escalada la hicimos ambos con mochila, con equipo para vivaquear ,y, como se solía hacer en esos años, muchos pasajes los superamos con ayuda de los estribos.

También recuerdo hacer largos con una roca malísima, sin saber hacia dónde había que ir (Albert Salvado todavía no había hecho una buena reseña y tampoco habíamos podido consultar cómo estaba la vía en Internet, así que nos guiamos por el relato del libro "Las cien mejores escaladas... de Bellefon) donde pasé bastante miedo.

Os pongo algunas fotos (diapositivas escaneadas) para que veais que no hemos cambiado tanto.

Abrazos, Lorenzo