PEÑA SANTA, CANAL DEL PÁJARO NEGRO Los misterios del Oeste 1

 


Peña Santa, cara Sur


Nuestro 4º largo, llegando al hombro

PEÑA SANTA, CANAL DEL PÁJARO NEGRO

 Los misterios del Oeste 1

Aunque vivo en la Ayala alavesa, a mitad de camino entre las montañas cantábricas y el Pirineo, mis compañeros habituales son en su mayor parte donostiarras (o viven ahí), y resulta difícil apartarles del eje riglero-pirenaico. De modo que cuando Txingu me propone salir unos días hacia el Oeste, una vez descartada la escapada a los Alpes por borrascas persistentes, acepto de inmediato. Me apetece regresar a esas misteriosas montañas de soberbia caliza donde acechan entre el orbayu cuélebres y xanas, tierras de maquis y brumas, osos y mastines.

Ojeando el libro de Adrados (Cordillera Cantábrica, escaladas selectas), esas montañas se me figuran tan inagotables e infinitas como el Piri, y para mí mucho más desconocidas. Salpicadas aquí y allá de paredes de gran calidad y carácter, a veces incluso demasiado, je je, de las que solo he podido catar unas pocas muestras. La verdad, tenía muchas ganas de volver a escalar por aquí antes de que la edad o la cobardía me hagan retirarme de estas escaladas, pues cada vez se hace más cuesta arriba entrarle a según qué paredes…

El caso es que Txingu tenía en mente una nueva visita a la cara S de Peña Santa, y yo llevaba años con ganas de conocer esta pared. Así que genial. Empezaremos por los Picos de Europa. 

En el collado del burro

La aproximación desde Vegabaño hasta Vegahuerta bajo un sol de justicia, aunque bonita y variada, se me hará dura, bajo el peso de una mochila bien cargada de material de vivac y de escalada, en mitad de una de las olas de calor de este verano. ¡Menos mal que la “Cuestafría” está a la sombra del hayedo! Pero por fin, pasado el collado del Burro, aparece la visión imponente de la cara sur de Peña Santa. Hay gente acampada en Vegahuerta, pero el pequeño refugio está libre, y de la fuente mana agua en abundancia. Un magnífico crepúsculo se adueña del horizonte mientras intentamos situar las distintas líneas de la pared.

En lo posible, cuando me estreno en una tapia intento no empezar por la vía más cómoda: hay que dejar algo para cuando seamos (aun) más viejos, je je. Txingu ya ha recorrido un par de veces la Sur Clásica, así como la Rescate Emocional. Su idea es ir a la Canal del Pájaro Negro, y a mí me parece bien. Así que allá vamos.

Entrando en la canal

Con 15 expreses (nos sobraran por lo menos un par), fisus y aliens, cámelots repes hasta el 2 y uno del 3, además de muchas cintas, nos plantamos en la base de la canal a eso de las 8:15, tras 45 min de aproximación. Llevamos una pequeña mochila para el segundo, y dos litros de agua, que serán escasos visto el calorazo. Mejor hubieran sido tres.

Nevero en el 2º largo

 Unas 8 h más tarde, salimos a la cima. Pero todavía nos queda la bajada por la Canal Estrecha, que supone dar la vuelta a la montaña. En total, una buena jornada de 12 h. Antes de empezar, iluso de mí, fantaseaba con escalar al día siguiente la “Urdaburu”, una vía más corta, desequipada, abierta en 1990 por mi hermano Juan con Gerardo Telletxea. Txingu me miraba con ironía, y tenía razón, la paliza de un paseo por la Cara Sur ya es más que suficiente…

4º largo, hacia el Hombro.

Se trata de una clásica bastante equipada en realidad, con pitones e incluso algún parabolt en alguna reunión, así como en el paso duro del comienzo del pilar. Pero también hay largos tramos a cacharrear o a navegar en busca de pitones. De hecho nos embarcaremos en el largo previo a la Chimenea difícil. No tirar recto hacia unas fisuras-lajas verticales bien protegibles con friends, sino más a la derecha por terreno más roto y difícil de proteger, pero no difícil. La roca en general es buena, pero se vuelve delicada en los tramos menos verticales. Total, el típico terreno de montaña que tanto nos gusta, así que disfrutaremos de la vía, de su ambiente y su historia, y de su moderada dificultad. Pero ojo, tampoco es una vía de la calidad de las del Picu Urriellu, habrá a quien no le guste. Y no nos engañemos, el auténtico reto, la joya de esta pared se encuentra más a la izquierda, en el lienzo por donde discurren “Rescate” y “Manantial”…

5º largo, en la Losa.
6º largo, para salir de la losa hacia el rappel.


Tras trepar un rato desencordados, haremos tres largos por la canal, el segundo bordeando un gran nevero que casi nos impide pasar. Un bonito 4º largo a tope de cuerda, de navegar y donde aparece algún pitón, nos lleva al hombro, donde una reunión de parabolt protege la entrada al Pilar. (6b+/A0)

Este largo que repelió tantos intentos ya ha dejado de ser el largo clave. Además de la reunión a caldo, hay dos parabolts bastante cerquita para protegerse si lo intentamos en libre. Yo pruebo pero no sale, entonces se convierte en un A0 bastante cómodo y corto, que continúa por unos bonitos pasos de V+ protegidos por pitones. Salgo del pilar a unas repisas, pero como queda mucha cuerda continúo hasta montar reunión a mitad de La Losa. Txingu seguirá hasta el rappel, que en realidad usaremos como descuelgue. Y tras bajar de nuevo a la canal, avanzaremos unos metros hasta una reunión en una fisura.

8º largo, la chimenea difícil

Es en este nuestro 7º largo donde me embarco, pero bueno, acabo llegando sin problemas a la reunión bajo la Chimenea Difícil (dos pitones). Txingu supera sin pestañear la chimenea, que hace honor a su nombre ya que es bastante estrecha, aunque corta (un pitón). Y luego me toca a mí resolver la Fisura Difícil, un largo de V+ con un hermoso patio y una entrada atlética de 6ª al comienzo, protegida por tres pitones. 

La fisura difícil, 9º largo
¡Terminan las dificultades!

En tres largos más, por una estética travesía alcanzamos las canales que nos llevan a la arista, y después a la cima. La bajada está marcada con hitos y brochazos de pintura amarilla, a veces borrosas. Sin mucho problema y con un rappel corto accedemos al inicio de la Canal Estrecha, en la vertiente norte, que ahora está equipada con parabolt para rappelar cada 30 m. En realidad, tal vez sea más práctico destreparla, pues salvo un par de secciones, rappelables con una cuerda, es bastante cómoda. 

Después hay que subir hasta el collado de la Forcadona, por unos neveros que afortunadamente no son demasiado duros para nuestras zapatillas (salvafisureros útiles). Y luego más canales, hitos, pedreras, hasta que bordeando la pared aparece a la vista Vegahuerta. Una bajada compleja, en la que no es difícil despistarse.

Una vez en Vegahuerta, mientras descanso en el saco (hoy dormimos fuera, dentro del refu hace demasiado calor), no paro de darle vueltas a lo que tuvo que suponer completar el puzle de esta ascensión en los años 50, con bota gorda y sin más protección que mucha maña al pitonar. Me imagino los distintos intentos, los tanteos por aquí y allá, los abandonos rappelando al cuerpo… que culminarían con la ascensión de Landa y Udaondo en 1958.









 

Me viene también a la mente otra vieja historia que leí hace tiempo en el blog “Parque Nacional de los Picos de Europa”, de Juanma Perez de Ana. En él se relata un avistamiento realizado en 1978  por Erik Pérez Lorente, guía de montaña y naturalista, durante una escalada a la canal del Pájaro Negro. ¡Nada menos que un lince, tal vez despeñado mientras perseguía rebecos! Los mismos rebecos que  cada anochecer y amanecer se acercan a la fuente a calmar su sed.

http://parquenacionalpicosdeeuropa.blogspot.com/2012/01/lince-europeo.html

¡Cuántos misterios en Peña Santa!

Peña Santa (2596 m), Canal del pájaro negro, MD, 6b+ o Vsup/A0, 600 m? 12 largos.

 

Patxi Lasarte

 

 

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