MONTAÑESA: Funcionarios

 
Uno de los mejores escaladores aperturistas, que se esfuerza en dejarnos buenas vías a los demás, dejó escrito que la escalada en Peña Montañesa es poco "democrática", al alcance de una minoría. Bien, pues esta vez fuimos a buscar una de las vías más accesibles y democráticas del lugar: Funcionarios de la Montañesa (150 m, 6c, 6a obl.), abierta por Edu González y Javier Bueno. Después de hacerla, las opiniones eran dispares. No es un rutón, pero tiene boletos para convertirse en clásica. Son cinco largos en los que la escasez de equipamiento fijo, 2 chapas y cinco clavos en total, se compensa con las grandes posibilidades de autoprotección que ofrece. La roca es buena en general, exceptuando los tramos fáciles y las inevitables repisas. Los arbustos, en este caso nobles (sabinas y bojes), también llamados arbustos-parabolt, afean algunas fotos, pero nos dan un respiro cuando los lazamos. Aquí van unas pinceladas (subjetivas, claro), intentando no estropear el "a vista" a nadie.

 

Primer largo (6b+), el único plaquero de la vía y el más equipado, 1 chapa y 1 clavo. Si te pilla con las manos frigolín, como en mi caso, te parecerá imposible superior. Aritz se lo merienda con soltura. Reunión en repisa grande, con un clavo, a reforzar.
 
El segundo largo (6b+) se resume en una preciosa fisura, limpia de polvo y paja. Reunión en otra repisa, a montar.

El tercer largo (V+/6a) es el único en el que tenemos que afinar el olfato para seguir la ruta, jugando siempre en las cercanías del espolón. Solo un clavo sirve para orientar, sobre todo si lo ves, cosa que nuestro primero no hizo. Llegada a la reunión gateando por una repisa, hasta la base de un diedro. 1 clavo, a reforzar.

Despatarre para empezar el cuarto largo (6b+), posiblemente el mejor y con más continuidad de la vía. Un festival de autoprotección. Hay que esmerarse para poner mal las piezas. En pleno éxtasis, pongo un fisu excelente y se me olvida chaparlo. Para disfrutar. Además, la reunión, un poco colgada, tiene un ¡parabolt del 8!. Qué exceso.
 
 
En el último largo, elegir bien la fisura, que, a modo de despedida, tiene un ligero desplome de salida a las repisas finales, donde nos reciben los erizones, simpáticos matorrales para echar la siesta. Reunión en puente de roca lazado con cordino.

 
Para el descenso, primero debemos trepar un resalte (3-4 m, IIIº), para coger una estrecha vira. Siguiéndola hacia la derecha (ojo con los resbalones), nos llevará a otra faja grande, al fondo de la cual hay un rapel montado sobre expansivos (40 m), que nos deja en una canal por la que destrepamos hasta la cascajera y al pie de vía.
 
De material, llevamos dos juegos de aliens hasta el rojo, dos juegos de camalots del 0,5 al 2, más un 3 y un 4, y los fisureros. Igual es mucho, pero más vale que zobre que no que farte, que somos unos cagaos.
Vía recomendable para los que se inician con precaución y cierto temor en la exigente Montañesa.
 
Aritz, Iman y Mikel

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