A Quim le Berbère - Gourette

30/06/2012
Antonio, Kike y Jesús

A diferencia de los Caracoles que eligieron una vía corta pero intensa, como es la Norte del Caperan de Seques, nosotros optamos por una vía larga y disfrutona. Y vaya si disfrutamos; la escalada nos gustó mucho y el conjunto de la actividad te deja muy satisfecho.

Vista del macizo a la subida

La escalada propiamente dicha son 16 largos, y aunque la reseña habla de 500 metros, a nosotros no nos salen las cuenta y pensamos que son bastantes más metros de recorrido, pues hay muchos largos de 50-55 metros. Para acabar hay unos 150 metros de trepada hasta la cima, en los que vimos alguna reunión y algún seguro, pero que nosotros subimos ya sin cuerda.

En el largo 2

En el tercio final de la vía hay unos 3 ó 4 largos de roca delicada, aunque están bien asegurados y se pasa bien. En el resto la roca es muy buena. Hay 3 largos que tienen un paso de 6a+ (no obligatorio) y algunos pasos de V/V+. La dificultad del resto de la vía está entre el III+ y el V, pero casi todos ellos son muy bonitos y agradables de hacer. Los largos 2, 3 y 4 transcurren por fisuras y son muy buenos. Hay otros largos que van por canalizos y que también son muy divertidos. Los largos 6, 11 y 16, quizás sean los mejores.

Largo 6

La escalada se desarrolló de forma fluida y en unas 5 horas ya estábamos arriba; con una sonrisa de satisfacción en la boca.

Inicio del largo 7

El material necesario es unas 10 cintas + reuniones, y friends desde el 0,5 de Camalot (alien rojo) hasta el 2. Aconsejable que una buena parte de las cintas sean largas/desplegables. La vía está muy bien equipada y las reuniones están preparadas para rapelar (buena idea por si se pone a llover y tienes que bajarte). Muy buen trabajo el de los aperturistas, que han dejado una vía muy atractiva.

Largo 11

Inicio del largo 16

Final del largo 16

Durante la ascensión tuvimos un día muy agradable, con la niebla rondando por el valle, pero cuando estábamos terminando nos engulló y parecía que llovía. Esta situación nos complicó un poco la bajada: rapeles en los que no ves a dónde vas, lugares en los que no sabes por donde ir, hierba y roca mojadas, etc.

Último rapel

Casi en la misma cima está el primer rapel de 35 metros. Al acabar te encuentras otro tinglado (que parece más antiguo) y que te hace dudar. Nosotros seguimos por la arista y acertamos; no seguir por la instalación de rapel comentada. Se continua un rato por la arista y se llega a otro rapel de 10 metros (en la niebla parecen muchos más desde arriba) y bastante cerca aparece el último rapel de 25 metros (al no verse el fondo, empezamos bajando por el filo de la arista, pero la roca es aquí tan mala, que decidimos bajar por donde caían las cuerdas, aunque no se viese donde acababan). Al acabar este rapel vuelves a la arista y enseguida llegas a un collado en el que hay dos mojones. Aquí empezó nuestra pequeña aventurilla: Pensábamos que ya habría que empezar a bajar hacia el valle, pero no estábamos seguros de por dónde. Primero intentamos por la hierba que bajaba hacia la derecha, pues parecía los más suave, pero al rato nos tuvimos que dar la vuelta pues llegamos a una zona de placas de roca de mal aspecto. Otra vez en el collado, decidimos continuar por la arista hacia arriba; empezamos a subir bastante, pero llegó un momento en el que también la subida se empezó a complicar, y además no parecía lógico subir tanto; de nuevo volvimos al collado. Decidimos probar por el lado izquierdo, que inicialmente habiamos descartado por parecer muy escarpado, y acertamos. Poco a poco fuimos descendiendo por donde nos parecía mejor y aparecimos casi al pie de la vía. La aventura supuso que en vez de bajar hasta el coche en unas 2 horas nos costó una más. Llegamos empapados pero contentos.

Muy recomendable.