24 Marzo 2009
Fruto de la escapada a hurtadillas a Riglos, a costa de hacer novillos en el trabajo unos ratos y otros a costa de la hora de comer y del reposo de la sobremesa, me voy a la J.A. Sanz con mi trigénita (perdón por el vocablo y eso que no es un taco) Julia. Su sed de escalar es insaciable y allí estoy yo presto y sacrificado a acompañarle.
La vía, en su versión moderna es muy conocida en la actualidad y no hay nada especial que comentar, bastante mas limpia que hace tres años cuando la escalé por primera vez por razones obvias. Echamos en falta alguna cordada en la visera para poder gozar del todo del espectáculo.
Julia & Inazio de la República Independiente de la Galligera
2 comentarios:
Un placer ver al "jefe" encaramandose por ahi...un abrazo!!
.... gracias Charlie, yo también te quiero.
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