ESTAMOS, QUE NO ES POCO

Abrumados por la hiperactividad de algunos blogueros, llevamos días, seguramente ya meses, sin publicar nuestras actividades, y no es que estemos parados (hemos escalado algunas vías en roca y alguna cascada de hielo), pero lo que vamos escalando no es novedad y no está a la altura de lo que aquí se publica y uno, que es muy pudoroso, prefiere estar callado. Pero, de pronto, hemos tenido la necesidad de decir que todavía estamos aquí y vamos a contar nuestra última batallita, que por cierto tampoco es ninguna novedad, pero es lo que hay.
El pasado día 21 de enero, con Candi nos fuimos con nuestros piolets a la boca sur del túnel de Viella en busca de alguna línea de hielo que poder escalar. Comentamos con otra cordada a pie de coche y nos dicen que lo único que está en condiciones es Amor a primera vista, en el pico Feyxant. Lástima, esa ya la han hecho los Chavis y no podremos piar nada nuevo. Pero no importa, hacia allí nos vamos.
En cuanto salimos de la hierba entramos en la nieve dura y cuando la pendiente se acentúa, crampones y máxima atención que no vale caerse, que este año ya llevamos cuatro muertos.
El pico Feyxant parece cerca pero nos cuesta ¡¡cuatro horas!! llegar a la base del corredor. El tiempo es muy bueno aunque hace algo de viento frío, lo propio de un buen día invernal.
El corredor se encuentra muy justo de hielo, más bien nieve helada, pero de excelente calidad aunque no admite tornillos pero permite colgarte y tirar con confianza de los piolets en los pasos mixtos. En total, cuatro largos de 55 metros, divertidos y con algunos pasos mixtos interesantes aunque si pasar apuros en ningún momento.
A la salida de corredor, impresionante vista de las Maladetas, sobre todo del Aneto, y una entretenida cresta hasta la cima.
La bajada es un poco más lenta de lo que relata Javi en su piada. Dos horas y media por nieve muy dura y continuamente con los cinco sentidos en alerta para no tropezar con los crampones.
Once horas y media más tarde, casi de noche, llegamos al coche y terminamos la excursión, cansados pero contentos de poder picar hielo en este año tan tan seco.

Lorenzo y Candi