Llegó el viernes y salimos a cumplir con una antigua cuenta pendiente mía. Una buena sudada para subir con el armario y llegamos a tiempo al refugio para contemplar la cara oeste con las luces del atardecer. Glup, no la recordaba tan lisa. Nochecita decente a pesar de no resultarme un refugio precisamente agradable. Unos cuantos nervios de más, a los habituales, al ser mi compañero de cuerda un mocé con mi mismo apellido. Desayuno frugal (galletitas baratas y microtostadas) y "parriba", que no se nos adelante nadie. Poco más de siete horas y media después de empezar, estamos arriba con una sonrisa que no nos cabe en la cara, a pesar del considerable tamaño de mi cabeza. ¡Cómo lo pasemos!.
Comentarios trésnicos: parece mentira cuando ves la tapia, pero la mayor parte de la escalada no pasa del 6a. Eso sí, mejor ir sobrado de grado y tener cierta habilidad en autoaseguramiento. Las reuniones están montadas con paraboles y anillas y los remaches que había se han sustituido por buenas chapas. El resto, quitando algunos clavos y cordinos de todo pelaje, lo pones tú. Los largos 3º y 4º tienen sendos tramos de A0 equipados, en los que aplicamos la estrategía de cansarse lo mínimo posible. Muuuuuchos metros de quinto, alguno de quinto plus y unos pocos 6a (éstos bien protegidos) forman el menú del 90-95% de esta escalada magnífica. Algunos largos necesitan cierta intuición para saber por dónde va la ruta en ese mar de roca. También necesitaremos temple y coco para escalar dejando a veces el último cacharrico metido bastante lejos, pero casi siempre en terreno de quinto y con presas para elegir.
Recomendable bajar por la sur y dejarse de acrobacias rapelando la oeste. Cuidadín con la bajada: hay mucha gente subiendo y bajando por la normal y las piedras del antiteatro tienen mala baba. Aconsejable bajar por la Teógenes y evitaremos aglomeraciones y pedradas.
Material que llevamos: dos cuerdas de 60 m (no menos), expreses alargables, camalots hasta el nº 3, micros y fisureros.
A la caída de la noche, después de cenar, tuvimos espectáculo de luces en la oeste, luces de los que no les había dado tiempo a salir del tapión antes de que apagasen la luz. Marrón. Lo ves y automáticamente te subes la cremallera de la polar, uf.
El impresionante Picu. La vía va más o menos por el centro.jpg)
En la travesía del segundo largo, antes de entrar en la fisura larga, larga...
En el A0 del tercer largo, tramo desplomado pero con chapitas relucientes.
En el acojon... séptimo largo. Abajo se ven escaladores en las repisas de la Rabada, antes del Gran Diedro.
La reseña, sacada del blog de Korkuerika. Buena.A disfrutar del otoño.
4 comentarios:
Ya la tenía en mente aunque en una esquinica pero despues de lo leido tengo claro que pasa a ser de las imprescindibles.
Mucha envidia.
Enhorabuena
Hola Mikel, enorabuenisima por semejante via, no veaslas ganas que tengo de hacerla, ya la hemos planeado para varios veranos y al final nuca ha salido la oportunidad, a ver si el verano que viene. De nuevo muchas felicidades.
Ramonio el año que viene ademas de el viaje exotico que me huele que apuntas a Yosemite podiaos hacer un encuentro caracolero de varios días en el Naranjo. A ese me apunto, a Yosemite en mi reencarnación cuando además de alto, listo y guapo sepa escalar.
Caracol pocopower.
Que grandes estos Madoz (padre & hijo) , que alegría me dio Chus cuando me comunicó vuestra vía en el Naranjo, ya veo que enseguida te dio el recado para que la “piara” para conocimiento del personal, muchas gracias y muchas felicidades sobre todo por tener las suerte de compartirla y disfrutarla con Iker.
No cae en saco roto la idea de hacer una “caracolada” en el Naranjo, que baya temblando el Picu ese, pero tendrá que ser para el año que viene “off course”
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