Seguramente esta escalada no debería figurar en medio de las hazañas caracoleras que acostumbramos a leer, pero, como ya dijo Cristian Ravier, vale más una escalada mediocre con un buen amigo. Y el buen amigo en este caso es Alfredo, que, aunque sufrió un infarto hace tres o cuatro años, a sus 65 años no está dispuesto a renunciar a sus salidas a la montaña, siempre, eso sí, controlado por su pulsómetro para no pasarse de revoluciones.
Aunque Alfredo no es muy escalador, siempre agradece encaramarse de vez en cuando por alguna pared y el sábado nos fuimos al Pene Sarriere, a la cara este, donde disfrutamos de su buena roca, de sus regletas y sus paraboles.
En definitiva, una buena escalada y una estupenda mañana montañera.
Animos a los caracoles inactivos y a los activos, ánimos también, a ver si publican, que la afición estamos ansiosos por leer y saber.
Lorenzo
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