PUÑALADA TRAPERA


Un fresco día de invierno en la pared de Aragón con Ramonio, Juan Luis, Jorge y Chavi.
Espoleados por la piada del caracol exótico sobre esta vía, madrugamos fuerte y acudimos cual abejas a la miel al paraíso montrebeiano.
La pista por Viacamp pone a prueba al coche y al piloto, por la mañana roderas de barro congeladas (-3º C por la mañana) y duras como la roca nos aprietan las tuercas y a la vuelta a pesar de que el ambiente sigue fresco (+3ºC) el barro se ha convertido en una plastilina resbaladiza y bajamos con el coche como si fueramos por una pista de bobsleigh sin tocar el freno y con conducción sutil.
Vamos que si vais por esa pista agenciaros un todo terreno y conducid con precaución (por cierto pone un cartel de pista cerrada...).
A todo esto aparcamos delante de la barrera que corta la pista que lleva a la cima, nos ponemos los cacharros y llegan cazadores en una pick up con llave para abrir la barrera!!!, un par de comentarios al aire y ya estamos los cuatro en la parte abierta de la pick up subiendo por la pista a toda pastilla y mas contentos que chumilla (esto es de Lorenzo).
Sin mas incidentes destacables llegamos a pie de vía. Los tres primeros largos de placa son técnicos y exigentes sobre excelente roca. Grado obligado en placa 6a o 6a+.
A partir del cuarto largo la vía se teletransporta del mundo plaquero al mundo montrebeiano y al final resulta una combinación excelente.
El penúltimo largo en teoría el clave, resulta un largo de gran calidad, con cinco clavos puestos (en lugar de los tres de la reseña de Luichy) reforzable con algún alien y con grado 6a+ que para mi gusto se debe más a la continuidad que a un paso específico de esa dificultad.
Material llevamos todo lo que decían, doble juego de aliens, fisureros, friends hasta el 3, repitiendo todos los medianos y grandes, y yo aun con todo por si acaso el estribo (el miedo es libre).
Finalmente los fisureros y el estribo no trabajaron, sobraron unos cuantos aliens y no hacía repetir ni el 3 ni el 2.
Salimos muy contentos de la vía y a la bajada le dimos fuerte al churri-churri como diría Juan Luis para terminar en Benabarre contando mentiras con unos buenos platos de huevos fritos con patatas, longaniza y pimiento verde.
¿Como le explicas luego a alguien que porqué te gusta esto?
Besos caracoleros.


1 comentario:

Alberto dijo...

Muy buena vía, si señor. Parece que los clavos se multiplican en el penultimo largo ! El otro día vi a uno de los aperturistas, el Rigol, y me amonesto por dejar un clavo !!

Por cierto, chicos, a ver si quedamos un día para hacer la vía del Rigol en esta pared, dicen que es muy buena y casi sin estrenar.

El caracol exotico