CUENTAS PENDIENTES 5. Arista Cabrones-Cerredo

 

Amanecer en el Jou de los Cabrones

El espinazo del dragón

CUENTAS PENDIENTES 5. Arista Cabrones-Cerredo

Tras escalar en la Torre Arenera, elegimos ahora una gran clásica, que curiosamente no aparece en la selección de Adrados: la integral Cabrones-Cerredo, recorrido de aristas de escasa dificultad pero al parecer de gran belleza. Así podremos regresar al Jou Negro, que tanto nos impresionó el verano pasado. Y además vivaquearemos en el Jou de los Cabrones, junto al refugio Lueje, tal vez el más remoto de Picos, que Juan aun no conoce.

Amanecer espectacular en el Jou de los Cabrones. No madrugamos. Ayer coincidimos con cuatro cántabros que pensaban ir a la integral Cabrones-Cerredo, como nosotros. Ellos iban a despertarse a las 7 h, y nosotros nos moveremos a las 8h, para dejarles margen.

Desayunamos y recogemos el vivac. Las mochilas de porteo con casi toda la impedimenta quedan en el vivac, por si pasamos aquí otra noche. Hoy iremos más ligeros, cada uno con su mochila de ataque y 1´5 l de agua. Porteamos solo una cuerda, 6 expreses largos, abundantes cintajos y un juego de fisus-aliens-friends hasta el 2 sin repetir.

Desde el refugio no se ve el arranque de la arista NO del Pico de los Cabrones. Tiene su truquillo el alcanzarla, pero ayer el guarda nos lo explicó. Mirando hacia el sur, hacia la sombría pared del Pico de Dobresengos, se aprecian dos cuevas o sumideros característicos. Se trata de llegar hasta el primero, y ascender la canal que arranca a su izquierda hasta llegar a una vira herbosa. Hay que seguir la vira, pasar un hombro y la montaña y el arranque de la integral Cabrones-Cerredo aparece al final de un plató lapiaz. Algunos hitos ayudan a la orientación.

En cosa de una hora estamos pues en la base de la arista, contemplando las siluetas de los cántabros que nos preceden dando sus primeros pasos encordados. Paramos un poco, un sorbo de agua y nos preparamos. Nos atamos a media cuerda, me cuelgo el material y a eso de las 9:30 estamos en marcha. Yo llevaré los gatos puestos, Juan prefiere subir con zapatillas.

A medida que ganamos altura por la arista NO, el espinazo que seguimos se muestra cada vez más aéreo y espectacular. Entre la luz y las sombras, en realidad no se inicia en el collado del que partimos (2317 m), sino que se prolonga más allá hasta el Pico de Dobresengos y la Collada del agua. Una preciosidad.

Progresamos ensemble, superando pasos de III, alguno de III sup, y aunque en algún tramo de la afilada arista la roca suelta pide atención, disfrutamos a tope del estético recorrido por la que se diría la espina dorsal de un monstruo antediluviano. En la última brecha encontramos el único pitón del recorrido, y enseguida estamos en la cima del Pico de los Cabrones (2553 m), señalizada por un buzón metálico en forma de hórreo. Llevamos 1h 15 min de escalada.

Picamos algo y a eso de las 11h iniciamos la 2º parte de la actividad. El cresterío cambia de dirección y ahora bordeamos el ya conocido Jou Negro. El terreno parece más sencillo, yo también me pongo las zapatillas. Ahora Juan toma la delantera y yo le sigo por un terreno más compacto pero no tan espectacular como la arista que nos ha conducido hasta ahora.

Iremos perdiendo altura en un destrepe cómodo en el que encontraremos tres rápeles de 7, 13 y 20 m. El primer rápel nos deja en una brecha muy definida, por donde discurre la normal del Pico de los Cabrones, que sube por el Jou Negro. Tras esta brecha hay un murito de tres o cuatro metros de IV, protegidos por un pitón.

En el 2º rápel alcanzamos a los cántabros. Nos dejan rapelar por su cuerda, y les devolvemos el favor usando la nuestra en el último rápel. Desde este collado, solo queda subir hasta el Cerredo por terreno fácil, menos afilado y definido, prácticamente de II.  Bordeamos un gendarme y nos encontramos ante la última dificultad, un larguito de 15 m de IV protegido por tres pitones a los que añadiré un tótem. Me pongo los gatos y remonto el largo mientras aparecen los cántabros.

Entre pitos y flautas, serán las 13:30 cuando aparecemos de nuevo, un año después de escalar el Espolón Norte, en la cima de Torre Cerredo (2650 m) junto a la Santina. Hemos tardado 2h y media en esta segunda parte, de las que 30 min o así podrían evitarse. 4 h para todo el recorrido. Una bonita cabalgada que nos ha permitido retornar a estos parajes agrestes y apartados. De nuevo una vía de apellidos vascos, abierta por los hermanos Régil en 1958. Aun estoy embrujado por la belleza de la primera arista al Pico de los Cabrones, y la visión de ese interminable espinazo que se prolongaba y prolongaba separando la luz de las sombras. Tal vez por ello, ahora la mirada se me queda enganchada al largo cresterío Alaiz-Madejuno-Tiro Llago-Llambrión, también conocido como línea Schulze, la más larga de las cresterías realizables en los Picos…

Tras despedirnos de los cántabros, ahora toca destrepar por terreno conocido la normal al Cerredo, y luego descender al Jou Negro para atravesarlo. Un colladito, y luego una bajada vertiginosa hasta el refugio, por senda bien marcada pero a tramós incómoda. En dos horas estamos de nuevo en el refugio, sentados al sol en una mesa mientra picamos con ganas.

Arista NO al Pico de los Cabrones (2553 m) AD inf y cresta Cabrones-Torre Cerredo (2650 m), PD con un largo de IV. 4h

Lasarte anaiak


Pico de los Cabrones



Los cántabros en la arista





Jugando a equilibristas



En la cima del Pico de los Cabrones

Al fondo Torre Cerredo

Un tramito de IV


Hacia atrás, Pico de los Cabrones

Llegando a la cima

Cresta Madejuno Tirollago

Con la Santina

 

Foto cima en Cabrones



El vivac

Al día siguiente, subiendo de Bulnes a Pandébano tras una noche toledana por tormentas


 

TORRE ARENERA, Atxarte Bizirik. Cuentas Pendientes 4

Atxarte Bizirik, 4º largo
¡Festival de canalizos!

 

 TORRE ARENERA, CARA ESTE (2430 m)

Cuentas pendientes 4 ATXARTE BIZIRIK

Seguimos con las cuentas pendientes en Picos de Europa y alrededores


El año pasado, de camino hacia Torre Cerredo, pudimos apreciar el atractivo de la cara Este de la Torre Arenera. Ayer subimos a la Vega de Urriello y dormimos en uno de los vivacs bajo bloque. Hoy la idea es mover el vivac hasta el Jou de los Cabrones, escalando de paso en esta pared situada a mitad de camino entre los dos refugios. Así que a eso de las 9h, con la mochila de nuevo bien repleta abandonamos Urriellu. Vamos bastante lastrados, cada uno portea 2´5 l de agua. Por suerte, la sombra nos acompaña hasta casi la Brecha de los Cazadores.

En cosa de hora y media llegamos a la Horcada Arenera (2230 m). El año pasado fue aquí donde nos desviamos para escalar el espolón norte del Cerredo, y marchamos otra hora y pico para llegar al Jou Negro. Ahora en cambio nuestro objetivo está aquí mismo, solo hay que perder un poco de altura y bordear la pared. Según nos acercábamos a la Horcada, teníamos a la vista la hermosa cara Este de la Torre Arenera, resplandeciente al sol matinal. Los rasgos característicos de la pared, la repisa oblicua que la corta son bien reconocibles. Ubicamos nuestra vía con facilidad, y de hecho descubrimos la presencia de una cordada en su base.

Sí, no hay duda, es una bella tapia, que quizá por su modesto desnivel (unos 200 m) fue injustamente abandonada en la época de las grandes clásicas. Hasta que la mirada experta del incombustible Pedro Udaondo, en compañía de Koldo Orbegozo, puso fin a su olvido en 1996. En sucesivas salidas, ambos abrieron hasta cuatro vías en la pared, de la que al parecer la más repetida y bella es la primera, “Atxarte bizirik”, nuestro objetivo del día.

Escondemos los trastos en un vivac junto a la Horcada, y sustituimos las mochilas de porteo por una mochilita de ataque. A eso de la 11 h Juan arranca con los primeros metros. La otra cordada está un par de largos por encima, al final no les atraparemos. Tres horas más tarde, estamos los dos en la cima de la 2ª Torre Arenera.

Hermoso viaje, y pena que la vía no sea un poco más larga. Roca de calidad, recorrido inteligente, y equipamiento acorde con el carácter de estas montañas salvajes. Las reuniones están equipadas, en los largos más cómodos algún pitón indica el recorrido, y cuando el terreno se pone más serio o compacto aparecen los parabolts. Pero también hay que cacharrear, y tener un poco de intuición para seguir el itinerario.

Tras dos largos relativamente cómodos, el tercero abandona la repisa diagonal por un diedro que muere en una placa. Un paso muy bien protegido, pero muy duro, permite ascender los primero metros de la placa. ¿6ª+, 6b? A saber. Pero por lo menos no es obligado, puede trampearse con facilidad.

El siguiente largo nos regala una sección plaquera, una sucesión de pasos muy bonitos pero no muy evidentes, entre adherencias y oposiciones. Un 6ª de nuevo muy bien protegido por tres parabolts. El largo finaliza por unos canalizos que nos irán preparando para lo que viene. La reunión en una repisa, bastante a la derecha de la línea que íbamos siguiendo.

El 5º largo es sin duda el más bueno y estético, y a la vez el más obligado y comprometido. Desde la reunión se vuelve a la izquierda protegido por un parabolt para internarse en unos evidentes y estéticos canalizos que ya no abandonaremos hasta la reunión, 40 m más arriba. La dificultad no es excesiva, V-V+, pero como ya sabéis los que habéis andado por esos terrenos, hay que progresar con tiento y tranquilidad para elegir los canalizos adecuados, tanto para escalar como para protegerse. Los friends no entran a caldo en cualquier parte, y a veces hay que echarle un poco de decisión, y estar dispuesto a subir unos cuantos metros antes de localizar el emplazamiento adecuado.

En total, serán 6 largos que recorreremos en unas tres horas. La vía es rapelable, pero resulta mucho más cómodo y rápido descender por la otra vertiente con un fácil destrepe. Desde la cima, echamos un vistazo a la larga cresta que une las Torres Areneras con el macizo del Albo, cabalgada que permite el acceso a otra cima bastante aislada y poco visitada. Tal vez para otra visita. Hacia el este, algo más lejos, el cordal Cabrones-Cerredo dominando el Jou Negro. Mañana lo veremos más de cerca.

En menos de media hora estamos otra vez en la Horcada Arenera, prestos para reanudar la marcha. Reorganizamos la mochila, y en poco más de una hora estamos en el Jou de los Cabrones. Tenemos tiempo de sobra para instalar el  vivac y visitar el refugio. Este sí que es más acogedor que el de Urriello. El guarda nos explica con detalle cómo aproximar a la arista del Pico Cabrones, y luego holgazaneamos tomando un café, mientras la tarde va cayendo y las vertientes oeste de las Torres Areneras y el macizo del Albo se tiñen de rojo.

Tras la afari-merienda, nos apresuramos a ascender a la cercana collada del Agua, 100 m por encima del refugio, y junto con otros montañeros asistimos a una impresionante puesta del sol sobre el macizo occidental…

Cara Este de la Torre Arenera (2430 m) “Atxarte bizirik”, 175 m, 6 largos, MD, Vsup/6ª obligatorio.

Lasarte anaiak


Amanecer en Urriello


Torre Arenera, cara E


Llegando a la Horcada Arenera

Primeros pasos

Tercer largo

 

Un paso muy duro: 6b? 6b+?

Llegando a la 4ª reunión

Iniciando el 5º largo, el largo clave



Largo estético y buenísimo, V sup


40 m de canalizos



Mirando hacia la cresta del Albo

Peña Santa

Cresterío Cabrones-Cerredo sobre el Jou Negro


Pico de los Cabrones desde el refugio Lueje




Vertiente Oeste de Torres Areneras y Albos
Crepúsculo sobre el Macizo Occidental
Acabando el tercer largo

Cuarto largo, 6a


5º largo desde la R



Destrepando a la Horcada Arenera

vivac en el Jou de los Cabrones