UNA REALIDAD APARTE 3 Cabeçó d´Or: El don de volar

 

Pared del Alcoyano, Cabeço d´Or

 

UNA REALIDAD APARTE 3

Cabeçó d´Or: El don de volar 235m, 6largos, 6b obligado 6c/Ao

Última entrega de una escapada invernal en enero del 2020.













“Un hombre va al saber como a la guerra: bien despierto, con miedo, con respeto y con absoluta confianza”                                                                     Carlos Castaneda “Las enseñanzas de Don Juan”

“El don de volar”. La asociación fue inmediata. En cuanto supe de la existencia de esta vía, no pude evitar el asociarla con “Las enseñanzas de Don Juan”, de Carlos Castaneda. Las aventuras (¿ficticias?) de un joven estudiante de antropología siendo iniciado por un brujo yaqui del desierto de Sonora en los secretos de un “hombre de conocimiento”: el “ver”, el “soñar”, el vivir como cazador y como guerrero, la muerte como consejera, el manejo de los aliados y los lugares de poder… Una ética y una mística que inspiraron a generaciones de buscadores de saber, y de escaladores, y lo siguen haciendo, pienso. Separate reality, Tales of Power, eran algunas de las vías de Yosemite que aparecían en el famoso libro de George Meyers. 

El vivac
Don de volar, primer largo


Después pensé que tal vez estaba equivocado. No era el “Don de volar”, sino “El don del águila” el título de una obra de Castaneda. Pero da igual. El daño estaba hecho. La semilla sembrada. Ignoro la razón por la que Pomares y compañía bautizaron así esta vía, con la que pretendían dar un salto cualitativo en la dificultad, aunque eso supusiera volar con frecuencia. El guijarro había caído en el estanque y poco a poco las ondas se transmitían por la superficie, rescatando del profundo olvido las enseñanzas de Don Juan.

Empezando el 2º largo

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Es curiosa nuestra capacidad para sentirnos a gusto casi de inmediato en los viajes de escalada. En realidad, no necesitamos gran cosa… La noche de nuevo ha sido fría y húmeda, pero los olivos de un bancal junto a la carretera nos ofrecen más protección y un entorno un poco más acogedor para el desayuno frío. No sacamos el hornillo. El café caliente en Busot mientras sube la temperatura ya se ha convertido en una agradable rutina.

Volvemos a la pared de los Alcoyanos. Hoy tampoco hay nadie escalando, con este frío a esta hora es comprensible. El día ha salido medio nublado y se ha levantado una ligera brisa. Nos consolamos pensando que la adherencia de los pies de gato será óptima.

Vista de la primera reunión
Llegando a la 2ª reunión


Teníamos varias opciones para hoy, pero finalmente elegimos la más obvia y menos cómoda  para nosotros, por su nombre y su fama. “El don de volar”, 235 m, 6b obligado… Puestos a fracasar, vamos a fracasar con fundamento, que diría Beckett. Total, hoy nos volvemos.

Las escaladas de los dos últimos días nos han puesto a tono y nos han dejado buenas sensaciones. Y allá vamos, como decía don Juan Matus, el brujo yaqui, “bien despiertos, con miedo, con respeto y con absoluta confianza”.

Se estrena Juan con un largo que nos pilla fríos. Una fisura diedrito que surca una placa bastante vertical y con cierta vegetación. Un buen largo de V, equipado, que casi nos parece un 6ª. 40 m.

Dándole al 3º. 6c?

 

Llegamos así a la sección clave de la vía: 80 m de placa compacta y vertical, generosamente equipada pero de grado mantenido y obligado, con una repisa en la mitad. Es el momento de parar el diálogo interno y enfocarse en un gesto impecable. Una escalada fina, de pequeñas regletas, toda precisión y equilibrio. Una pasada de largo. ¡Cómo agradezco los gatos que me pasó Gontzal, son sumamente precisos! Pasada la mitad del largo, una sección un poco más vertical y con menos relieve me obliga a reposar.  El largo me está exprimiendo a tope y lo estoy disfrutando en consecuencia. Aun haré algún otro reposo, y un A0, antes de salir a la repisa de la reunión, pero me es indiferente. Tengo la sensación de haberme entregado completamente a la escalada, y me siento agradecido a esta pared que ha exigido toda mi maestría y mis recursos. 40 m, 6c+en libre. La única pena es no poder ver a Juan lidiar con el largo. Mientras le aseguro echo un vistazo al estribo y la uña, que cuelgan del arnés sin haber sido usados.

Juan en el tercer largo
Ahora me toca a mí

 

Llega Juan a la reunión, y la expresión de su cara indica que su estado de ánimo no es muy distinto del mío. Tras unos instantes de reposo, ahora es él quien se interna en ese lienzo de caliza compacto y vertical, decidido a descifrar sus movimientos. Otro largo de ensueño que escalamos como en estado de gracia. 40 m, 6c. 

 

Tercera reunión

A partir del tercer largo, el carácter de la escalada cambia. La pared pierde verticalidad, la calidad de la roca empeora y los parabolts desaparecen. Un largo delicado y expuesto de V+/6ª marca el fin de las dificultades, pero aún quedan otros dos largos hasta la arista y los ráppeles. Mientras, el sol que debía calentarnos se oculta entre las nubes, la luna se deja ver, y el viento arrecia. 

Iniciando el 5º largo

Agradecidos y entusiasmados por la experiencia vivida, damos la espalda al Cabeço d´Or y nos despedimos de sus paredes, y de la cabaña a sus pies. Definitivamente, volveremos. Este es un lugar de poder.

Lasarte anaiak

 

 








2 comentarios:

luichy dijo...

Me pareció una vía muy fea y mucho mas difícil de lo que marcan las reseñas. Totalmente inexplicables los buriles roñosos de la parte superior. Dudo mucho aque aguantasen una caída, además larga, vista la distancia.

Patxi Lasarte dijo...

La verdad es que el 4º largo resultaba un poco expo, delicado para proteger y con roca de andar con cuidado. Creo que metimos un buen alien o totem pequeño justo a la altura del buril, que en efecto daba un poco de grima, pero que aun así mosquetoneamos a gusto. La dificultad no era excesiva, 6a de finura, y se pasaba bien, pero sí podía haber un buen sartenazo, y valdría la pena sustituir ese buril.
En cambio, los dos largos anteriores nos parecieron buenísimos, y los disfrutamos un montón. Tal vez porque entramos con mucho respeto, por la historia de la vía, esperábamos sufrir un montón y encadenar vuelos, aceradas y trampas al mejor estilo caracolero, tirando uñas, estribos y lo que hiciera falta.
Y finalmente sí que peleamos pero nos salieron bastante bien. A nuestra edad y toda la vida con un grado de 6a/b, ¡no es de extrañar que acabáramos entusiasmados!
Para gustos hay colores, sinceramente nos parecieron dos largos de antología que justificaban la vía, aunque tal vez Eibon-Patricia Rítmica sea una combinación más homegenea y bonita.
Saludos!