26 de mayo 2012
Quedamos con los amigos Jorge, Belén y Nieves, a escalar. Condiciones: vía larga, dificultad moderada, soledad, buena roca y equipamiento generoso. No hay duda, nuestra vía es el Espolón del Cállego.
Pero cuando nos estamos acercando a la pared deducimos que los coches aparcados en la pista no son precisamente de recogedores de setas. Hay cinco cordadas en la vía, dos de ellas de tres personas (¡¡cosas de Internet!!), y nosostros somos otras dos cordadas, en total siete cordadas en el espolón. ¡¡Parecía la subida al collado sur del Everest!!A parte de todo ello, decir que la cosa fue ágil y apenas estuvimos retenidos, fue lo bueno de madrugar poco, cuando empezamos a escalar ya estaban casi todos bastante altos. Lo pasamos de maravilla, disfrutando de la vía y hasta de la roca. La mayoría de las cordadas optaron por bajarse de la aguja sin hacer los últimos cuatro largos con fama de cutres, mala roca y poco equipamiento. Nosotros subimos hasta arriba y esperábamos pasar tanto miedo que hasta la roca nos pareció no tan mala y el equipamiento no tan cutre.
La bajada por la antigua normal de Peña Ruaba, sin problemas aunque es para gente con instinto y costumbre de andar por esta nuestra sierra. Por lo visto hay equipados unos rápeles que facilitan el descenso, pero optamos por ser conservadores ante lo desconocido.
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