Entre Love-climbing y love-climbing... Montserrat


Entre Love-climbing y love-climbing... Montserrat

O cuando ir a escalar tiene un nosequé sospechosamente parecido a la cita con el dentista. Uno sabe que tiene que ir, pero no le apetece nada... Y eso que la dentista es de lo más maja y simpática, pero quita, quita...
Aéreo y Serrat del Moro
Bueno, pues por fin llego el momento para nuestro tan temido y pospuesto estreno en Montserrat. Como nos sucede últimamente, los planes iniciales son otros, pero al final la meteo  es la que manda. Para ser primeros de julio, tendremos suerte. La temperatura es agradable, y como se trata de escalar en vertiente norte, a veces hasta pasaremos fresquito.
Cavall Bernat desde Santa Cecilia

Cuando amanecemos en nuestro vivac junto a la iglesia de Sta Cecilia, el impresionante murallón de las caras nortes montserratinas ya luce al sol en todo su espeluznante esplendor. Ahí están todas: Cavall, Diables, Aereo, Serrat del  Moro, Agulles... todas esas paredes legendarias con su amenaza de vías técnicas y roca curiosa. La verticalidad de las tapias impone, pero bueno, siempre pasa lo mismo la primera vez que uno toma contacto con una nueva pared.
Mas-Brullet, Fisura del 6º largo
Para estrenarnos nos acercamos al Serrat del Moro. Ya se sabe, "qui a la Mas no ha estat, no ha escalat a Montserrat". La Mas-Brullet (260 m, 9 largos, Vsup/6a-A0) fue la primera vía abierta en la pared, en 1960. Se abre paso a traves de diedros y fisuras en un recorrido muy inteligente de carácter y dificultades clásicas. En el precioso diedro del primer largo nos llevamos la primera sorpresa: las 4 expansiones de las que hablan los croquis que teníamos brillan por su ausencia. No se porqué, pero con la fama que tiene Montserrat de polémicas a cuenta del equipamiento, de alguna manera nos lo esperábamos.

Fisura comehombres del 8º largo


Así que escalaremos haciendo generoso uso de cacharros, incluidos los camelots del 3, 3.5 y 4, que entran a caldo. La placa del tercer largo tiene parabolts, y el largo duro de arriba está muy equipado. En el resto de la vía van apareciendo pitones. El grado nos parece durillo, y hay pasos de V que hay que pensárselos, además que lo pulido de algunos bolillos tampoco ayuda. Pero basta de lloriquear: Hay largos muy  pero que muy chulos y disfrutamos un montón de la escalada. Hasta de la fisura comehombres del 8º largo que Juan casi logra liberar, mientras que yo paso acerando de los camelots que instalo en la fisura, porque no me atrevo a colgarme de los viejos buriles...
En la Mas-Brullet

 

















No acertamos con el descenso, y al final alargamos la excursión subiendo hasta el Aéreo y la cima de San Jeroni, la más alta del macizo. Vistas alucinantes de una sierra de lo más peculiar... Ya nos hemos estrenado, ya no hay más excusas. Mañana al dentista, huy no, al Cavall Bernat!
Puigmal al Cavall Bernat
Tras nuestro estreno en el Serrat del Moro, llega el momento de enfrentarse a aquello que nos ha traído hasta aquí... La Puigmal del Cavall Bernat. 230 m, 7 largos, 6a Ao/A1. Uno espera encontrarse con una gran clásica al estilo de las de Piris, no sé, algo como una vía del Midi, o la Rabadá a Ordesa, con un equipamiento proporcional a la fama de la vía, sobre todo teniendo en cuenta que en aquella época se hacía bastante más artificial que ahora. Además, mirando el croquis parece que la dificultad es bastante abordable, con predominio de los V.

En la chimenea del 4º largo

En la práctica, nos encontramos con una vía bastante pelada, severa y exigente, que obliga a escalar con calma y tranquilidad para ir protegiéndose bien. Aunque haya tramos más sencillos, nuestra sensación es que hay que hacer bastantes pasos de 6a, ademas de protegerlos. Toda la primera parte de la vía sigue una fisura que permite meter buenos seguros, pero a veces hay que gestionar ciertas distancias, pues los seguros no acaban de entrar a caldo. Es la primera vez que nos pasa que donde un alien o camelot no nos convencen, los totems quedan bien. Hay parabolts en las reuniones, tres  en el largo de la chimenea y dos expansiones en el siguiente. En este quinto largo entran bien los camelots del 3 y 3.5, y tambien hay un buril sin chapa que enhebramos con la sirga de un fisurero. En general toda esta primera parte es muy vertical y tiene mucho ambiente, aunque la escalada es más técnica que atlética y casi siempre hay buenos pies. En cuanto a exposición me recuerda a la norte del Puro, aunque aquí hay bastante más verticalidad y ambiente. (Aunque tal vez sea la falta de costumbre... monserratina.) 

5º largo, saliendo de la chimenea
Ambiente en el 5º largo

 La segunda parte, entre A0 y estribos se hace mucho más llevadera. Pero en general se trata de una muy buena vía, mucho más exigente de lo que uno esperaría para una escalada de 1954. Joder con los antiguos! Una vez en casa, uno empieza a salsear en internet, a leer piadas, y todo encaja. ¡Casi mejor no haberlas leído antes!

 





Nos ha encantado nuestro vivac de Santa Cecilia, con sus impresionantes vistas. Hemos disfrutado y sufrido del ambiente tan vertiginoso de la escalada monserratina. Nos hemos divertido, y en ocasiones desesperado, con las aproximaciones y descensos. Lo que está claro es que la experiencia de la escalada aquí es bastante diferente de la que el Pirineo nos tiene acostumbrado. Esto es un microcosmos con vida propia. Repetiremos. Dejaremos la Punsola-Reniu para otra visita, porque como somos viejos zorros, intentamos no escalar nunca la vía más facil en la primera visita a una pared. Así es más facil regresar...



Pared del Aéreo... para otra?


Paret de Diables
 Lasarte anaiak







2 comentarios:

Mingo dijo...

Muchas felicidades dos vias muy bonitas aunque la Mas no se pueda decir que sea típicamente montserratina. La Puigmal, para mi la mas guapa del Cavall. Enhorabona y buen estreno

lorenzo dijo...

Qué buenas pintas tienen estas paredes. Es una pena que con lo cerca que las tenemos no vayamos más a menudo.
Un abrazo