FORATATA, vía VALLE DE TENA
La cara amable de la escalada
Belen, Jorge, Nieves Lorenzo
4 agosto 2012
La cara amable de la escalada
Belen, Jorge, Nieves Lorenzo
4 agosto 2012
la chimenea/fisura
La chimenea/fisura
Después de tantos miedos por las Ravieres compartidas con Chavi, necesitaba reencontrarne con la cara amable de la escalada. La idea era ir a Gourette, a la Quim le Berbère que tanto se ha recomendado en este blog, pero ante la mala previsión meteorológica que daban para el fin de semana decidimos hacer menos kilómetros y conocer esta pequeña joya de la Foratata.
Vía de corte Benedé/Royo, generosamente equipada con paraboles de 8 mm (en las reuniones al menos uno de 10 mm y otro de 8 mm), de dificultad media (V, V+ y en el penúltimo largo, una fisura chimenea con un paso de 6a o más (para algunos Ao))
Desde la urbanización de Formigal, por una pista que parte del final de la calle Foratata, se sigue una senda marcada con mojones, hacia un collado al este. En el blog de Sendero Límite hay una exaustiva información tanto de la aproximación como del descenso, así como una excelente reseña de la vía.
La vía comienza en la cara sur, en la parte más baja de la pared, por unas placas que dan vista a Sallent y a La Sarra. En la base hay una inscripción VT.
Como debían de estar de fiesta en Sallent, pudimos escalar toda la vía amenizados por una charanga y varios cohetes.
Los tres primeros largos van por una placas (empalmamos los dos primeros largos (V-,V+)) y después, por un terreno evidente y más vertical, sigue unos diedros en dirección a la fisura de la parte superior visible desde el pie de vía. El itinerario se sigue sin problemas siguiendo los paraboles.
La fisura chimenea del sexto largo es donde está la mayor dificultad de la vía. Jorge la escaló por fuera, muy elegante pero más difícil, tal vez 6b o más. Los demás nos metimos por dentro, en “ramonage” que dicen los franceses, o “estorrozándonos” que decimos por aquí, una forma menos elegante, más fatigosa pero menos difícil (al final acabamos “acerando”)
Un largo más, sin mucha dificultad, y llegamos al final de la vía desde donde se puede bajar sin ningún problema aunque, como siempre, con cuidado que hay caída.
En definitiva, un buen sitio para disfrutar de una mañana de escalada en buena compañía.
Hay que contar con unas cinco o seis horas de coche a coche.
La chimenea/fisura
Después de tantos miedos por las Ravieres compartidas con Chavi, necesitaba reencontrarne con la cara amable de la escalada. La idea era ir a Gourette, a la Quim le Berbère que tanto se ha recomendado en este blog, pero ante la mala previsión meteorológica que daban para el fin de semana decidimos hacer menos kilómetros y conocer esta pequeña joya de la Foratata.
Vía de corte Benedé/Royo, generosamente equipada con paraboles de 8 mm (en las reuniones al menos uno de 10 mm y otro de 8 mm), de dificultad media (V, V+ y en el penúltimo largo, una fisura chimenea con un paso de 6a o más (para algunos Ao))
Desde la urbanización de Formigal, por una pista que parte del final de la calle Foratata, se sigue una senda marcada con mojones, hacia un collado al este. En el blog de Sendero Límite hay una exaustiva información tanto de la aproximación como del descenso, así como una excelente reseña de la vía.
La vía comienza en la cara sur, en la parte más baja de la pared, por unas placas que dan vista a Sallent y a La Sarra. En la base hay una inscripción VT.
Como debían de estar de fiesta en Sallent, pudimos escalar toda la vía amenizados por una charanga y varios cohetes.
Los tres primeros largos van por una placas (empalmamos los dos primeros largos (V-,V+)) y después, por un terreno evidente y más vertical, sigue unos diedros en dirección a la fisura de la parte superior visible desde el pie de vía. El itinerario se sigue sin problemas siguiendo los paraboles.
La fisura chimenea del sexto largo es donde está la mayor dificultad de la vía. Jorge la escaló por fuera, muy elegante pero más difícil, tal vez 6b o más. Los demás nos metimos por dentro, en “ramonage” que dicen los franceses, o “estorrozándonos” que decimos por aquí, una forma menos elegante, más fatigosa pero menos difícil (al final acabamos “acerando”)
Un largo más, sin mucha dificultad, y llegamos al final de la vía desde donde se puede bajar sin ningún problema aunque, como siempre, con cuidado que hay caída.
En definitiva, un buen sitio para disfrutar de una mañana de escalada en buena compañía.
Hay que contar con unas cinco o seis horas de coche a coche.
Lorenzo
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