Hola de nuevo:
El miércoles nos fuimos, mi amigo Jorge Ascaso y yo a escalar. Tenía que ser una vía con poca aproximación, equipada y a la sombra, en definitiva, una vía para disfrutar. Elegimos el Pene Sarriere, en Gourette y entre las varias vías de la cara este (allí nos equivocamos porque nos dio el sol casi toda la vía) nos decidimos por la Walou que según la guía de Ravier, Thivel y Musch, está reequipada (con spits) y tiene dificultadesde entre V y 6c+, obligatorio 6a.
La vía, aunque no es para hacer una piada en un blog tan selecto como este, es muy bonita y disfrutona (los 6b+ y 6c+ los trampeamos acerando e incluso subiéndonos al último peldaño de los estribos) y tiene algún momento de emoción, sobre todo en el primer largo en el que hicimos una travesía a la izquierda, totalmente a pelo, siguiendo el trazado que pone en la guía, para concluir que no era por allí. El largo sigue hacia arriba, recto, por un diedro herboso vertical donde se esconden otras emociones como son los dos clavos que hay por encima del último spit, totalmente sueltos (se quitan con la mano) y que obligan a escalar todo el diedro sin caerse (los clavos se quedaron allí).
La piada es para que, si alguien la lee y decide escalar esta bonita pared, que se lleve un martillo y clave bien estos clavos o que eche en el material algún empotrador o friend de tamaño medio para proteger el paso.
El resto de la vía no tiene sorpresas y se desarrolla por placas repletas de regletas, bien asegurada y con algún bloque de consistencia dudosa que al que se le vaya se va a dar un buen susto.
La vía se ve poco frecuentada, de hecho, mientras la escalamos, en la vecina Ravier había cuatro cordadas.
Y el sitio, a pesar de estar rodeados de remontes de esquí, está entre montañas y paredes y tiene su encanto.
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