PICU URRIELLU, CARA NORTE. Encadenamiento vías Régil y Pidal-Cainejo

 

 

En el 4º y último largo de la Régil, V sup


PICU URRIELLU, CARA NORTE

Cuentas pendientes en Picos de Europa

Encadenamiento vías Régil y Pidal-Cainejo

Estos dos últimos veranos hemos tenido la posibilidad de regresar a los Picos para saldar algunas cuentas pendientes antes de que la provecta edad lo haga imposible. Siempre siguiendo las indicaciones de la guía de Adrados, empezaremos por el Picu. Hace años que hablamos de escalar en su cara Norte, la única que nos queda.

Picu Urriellu. Cara NO, vía Régil (1955), 200-250 m, 4 largos, V/Vsup.

Cara NE, vía Pidal-Cainejo (1904), 350 m, 5 l más ensemble, V.

Como en todas partes, la masificación post-pandémica es evidente en Arenas de Cabrales, Puente Poncebos y Sotres. Las plazas de parking en Pandébano son limitadas, y de 9:00 a 15:00 hay control al inicio de la pista. Tenemos suerte y podemos pasar. Ojo con aparcar fuera de las zonas permitidas, pues caen multas.

 Subiremos con trastos y comida para pasar tres noches a los vivacs de la Vega de Urriellu. Comentar lo discutible que nos parece la gestión del refugio. La puerta está cerrada para todo aquel que no cene o pernocte en su interior. Se han aferrado a la normativa de la pandemia, y la siguen manteniendo aunque ya no haya motivo. El carácter de “refugio” de la instalación es más que dudoso.

Amanece un hermoso día, con cielo despejado. Desde el “porche” de nuestro vivac divisamos perfectamente el recorrido a seguir. La vía Régil supera un espolón justo a la izquierda del desplome de la Bermella, y en dos largos alcanza una línea de fisuras que conduce hasta un hombro en la cima del espolón. Desde aquí iremos en busca de la Cainejo-Pidal, la vía original de ascenso al Picu.

Pero lo que a distancia es claro y evidente, se revelará en la práctica más complejillo. La Regil resultará una vía a no subestimar. La entrada es poco evidente y con roca delicada. Se puede subir casi por cualquier sitio, pero con cuidadín, y apenas hay material para marcar el recorrido. A unos 15 o 20 m hay una vieja reunión, uno de cuyos pitones Juan mosquetonea  antes de darse un pasito un poco delicado. Después llega ya a terreno más fácil. Tras 60 m, en una especie de hombro, encuentra una reunión con parabolts. Últimamente se han abierto varias vías en este sector.

Otro largo fácil en travesía horizontal a la izquierda nos deja en la base de la fisura-diedro-chimenea que ya no abandonaremos. Son dos largos muy buenos, el primero de V, pelado y no tan fácil de proteger por unas placas a la derecha de la canal, y luego por su fondo. El segundo está más pitonado, y termina por unos pasos en diedro de V sup que se protegen bien.

150 m de trepada ensemble y henos aquí bajo la cara N del Picu, contemplando la ruta por la que el Cainejo condujo al marqués Pedro Pidal hasta la cima en agosto de 1904. ¡Casi nada! La canal que sigue la vía es evidente, y se aprecia también la vira o terraza por la que pasó Schulze en la 2ª ascensión.

De nuevo estamos ante otra vía a no subestimar, pese a las escuetas cotaciones que le da Adrados. Arranca con un primer largo, muy bonito y bastante pitonado, de IV con algun pasito de V, que supera unas placas por el terreno con más presas hasta una reunión. Cómodo en realidad, pero nada mal para escalarlo sin gatos y con alpargatas. El 2º largo nos conduce por terreno no tan evidente y más pelado hasta la vira Schulze, donde montamos reunión bajo la fisura-canal. Esta es fácil y bastante tumbada en su inicio, pero poco a poco va ganando en verticalidad y dificultad. Mosquetoneando algún pitón llego a una reunión, pero sigo, ya que aún queda mucha cuerda. Al final me encuentro unos pasos verticales y más atléticos. Hay algún pitón, y los friends entran bien. En un momento dado el terreno echa para atrás, ¡debo estar en la famosa “panza de burra”! Un buen apretón, y llego a una cómoda reunión.

Por encima, la canal vuelve a tumbarse, para enderezarse después. De nuevo tocan unos pasos verticales y atléticos, y hay menos pitones que antes. En el paso más duro, se trata de abrirse bien de piernas en oposición en los bordes de la canal para ganar altura y llegar a unas buenas presas… Pero hoy es unos de esos días en los que mi cadera derecha no me deja estirar la pierna. Así que no me queda otra que empotrar puño en una fisura ancha y tirar a lo bestia.

En cualquier caso, alucinamos con el nivel de escalada y bravura de los aperturistas hace 120 años. Hoy en día, con pies de gato y material en abundancia, sigue tratándose de pasos de V recio que en muchas escuelas de deportiva se cotarían de V sup. Para quitarse el sombrero.

Un largo ensemble nos conduce a la cima del Picu, también con su virgencita. Las nubes andan revueltas, suben y bajan jugando con la visibilidad y los relieves, añadiendo dinamismo al paisaje. Al parecer, debe de haber atasco en la cara E, con siete u ocho cordadas amontonándose al salir por la Cepeda. Nosotros destrepamos el circo de la cara Sur, hasta llegar a una de las líneas de rappeles (hay cuatro al parecer) que nos conducirán hasta la base. Solo queda bajar, como tantas otras veces, la Canal de la Celada. .

En total, han sido 10 horas de muy buena actividad, entretenida, a ratos exigente, y en cualquier caso más dura de lo esperado. ¡Una buena jornada! Durante toda la escalada hemos estado a la sombra, a veces con el cortavientos puesto, lo cual no está nada mal en estos veranos calurosos.

Hemos usado 10 expreses, fisus, cintas, aliens y un juego de tótems y camelots hasta el 3, repitiendo algunos medios. El segundo escala con una mochilita de ataque.

Lasarte anaiak


El lienzo de la Régil

Primeros metros indefinidos

Travesía para pillar la fisura a la izquda

Tercer largo Régil, V

Tercera reunión

Empezando el 4º largo

Vista del 4º largo

4º largo.


Sol fugaz en el hombro


Entrando en la Pidal Cainejo


Primer largo de la Pidal-Cainejo


Buscando la 2ª reu.

Aquí está!

Ambiente cara norte

Tercer largo

Tras la panza de burra.

Ultimo largo




Atardecer en la Vega de Urriellu

 

 

Canaletas centrales (V+) al pico Fenez (Bujaruelo)

Escalada a la vía Canaletas centrales de la pared lisa (cara norte) del pico Fenez en el valle de Bujaruelo. Esther Andrés y Álex Puyó el 15 de agosto de 2024.

Llegada a la R2


Llevaba mucho tiempo queriendo escalar esta vía atraído por lo bonito y curioso de las fotos que había visto. Efectivamente, la vía es estéticamente irreprochable; una pared calcárea arañada por infinidad de canalizos paralelos que le dan una imagen diferenciadora y atrayente. A la hora de escalar dichos canalizos, la cosa es bien diferente; tienen la anchura exacta para que no quepan bien los pies, haciendo la escalada dolorosa en ocasiones, y solo se puedan emplazar friends de tallas muy grandes. Incluso esto último es engañoso, porque ninguna pieza queda metida "a cañón" dada la obstinada obtusidad de las canales, amplísimas fisuras que se empeñan en abocinar hacia el exterior en todo su recorrido.

La aproximación es una excursión en sí misma. Algo más de dos horas a ritmo constante en una pendiente impenitente que nos deposita en la cueva helada de Fenez y a la que no se le puede dejar de visitar. Junto a la enorme boca de la cueva está el pie de vía.

Cueva helada de Fenez

Llegamos a la conclusión de que no merece la pena intentar meter los pies en los canalizos. La roca es bastante adherente como para ir apoyando en las "crestas" y así evitamos dolorosísimos retorcimientos e involuntarios empotramientos de pie.

Hay varias reseñas de la vía por internet. Yo con la que más identificado me siento, tanto en grado como en sensaciones, es con esta descripción de Road to Alps.

  • L1 (IV): El más fácil, obviando la pedrera final. Zona bastante tumbada para ir calentando y haciéndonos al estilo de la escalada. Reunión precaria.
  • Inicio de la vía
    Primera reunión. Me siento seguuuuroooo


  • L2 (V): Salida en placa de adherencia que añade más incertidumbre a la confianza en la reunión ponzoñosa. Paso fino que da grado al largo (podíamos añadir un + y no estaríamos mintiendo) y después para arriba a agarrar el canalizo que ya no se deja hasta el final del tercer largo.
  • Spit en el segundo ¿o era el tercer? largo. Innecesario, pero bienvenido

  • L3 (V): Misma tónica que en el segundo largo, pero en este caso el paso picante está justo al final del largo, cuando se abandonan las canaletas y se sale a una placa fina improtegible.
  •  


    Salida del tercer largo

    Llegada a la R3. Salida a placa

  • L4 (V): Tras los dos largos anteriores en los que penamos por no poder proteger casi nada con la suficiente confianza, nos pareció un largo tranquilizador a pesar de que en bastantes reseñas le dan el grado más duro de la vía (V+, a nosotros nos pareció más fácil). Los friends, por fin, entran a cañón y las presas de manos y pies son generosas y más parecidas a las que estamos acostumbrados a agarrar. Reunión do-it-yourself. 
  • L5 (II+): Subida alternando glera y roca viva que hicimos desencordados hasta la antecima.

Empezamos el día dudando de si merecen la pena dos horas de aproximación y dos horas de retorno para una vía de cuatro largos y terminamos concluyendo que sin ninguna duda. La vía es excelente y única, aunque hay que ir muy bien de cabeza y con el grado bien asentado para disfrutarla en plenitud.

Aunque la orientación de la pared es puramente norte, por su disposición ligeramente tumbada está bastante soleada en verano.


 

Tercer largo, el más duro. 6b?

Gran Diedro de Peña Rueba

 

Gran diedro de Peña Rueba

Tomamos nota de la recomendación de la última entrada del blog, que aún no hemos repetido, y aunque no es que seamos locales, nos atrevemos a recomendar otra vía histórica y restaurada no hace muchos años que pudimos recorrer esta primavera,

Un fin de semana fresco y lluvioso nos conduce una vez más a Riglos. Al otro lado del Gállego, la línea más evidente de Peña Rueba llega años esperándonos. Es el Gran Diedro, bien visible desde la carretera según te acercas a Murillo. Una vía abierta por Montaner y Bescos en el 62, cuando se escalaba con cletas, pitones y tacos de madera. Tras años relativamente olvidada, fue restaurada en 2017 por Juan Carlos Castaño. Ahora es una  vía semiequipada de la que se habla muy bien, aunque al parecer muy expuesta a los vientos.

Por la noche el viento  zumba de lo lindo... A la mañana parece amainar,  y nos acercamos a ver.  No tengo muy claro que acertáramos con la aproximación, pero en fin, aquí estamos al fin, en la base del gran diedro.

El diedro se ve impresionante, verticalillo en su primera parte e incluso desplomado en algún tramo. Una curiosa pátina de líquenes rojizos le da un aspecto peculiar, pero como comprobaremos no afecta a la escalada. Me cargo de cacharros y arranco. Tras 20 m o así por un contrafuerte tumbado, un parabolt me indica cuando hacer travesía para entrar en el diedro. El diedro está fisurado, los cacharros entran de cine, y entre ellos, algún pitón y algún parabolt el largo se protege muy bien. Pero la escalada es finilla, un buen 6a. Una pequeña travesía me lleva a la reunión.

Como vamos tres continúo de primero. Otro buen largo de 6a, al comienzo por la fisura y luego superando una panzita en diagonal  a la izqda (parabolts).  Alcanzo una vira, y de nuevo en travesía a la derecha llego a la reunión. Cómodamente instalado, aseguro y observo a mis compañeros. A dcha e izqda, desde sendas entostas, dos buitres nos contemplan indiferentes. Parecen jóvenes del año.

Desde esta repisa el diedro se pone vertical, y luego desploma. Hay una buena fisura, y buenas sabinas donde agarrarse, pero el largo promete ser atlético. Juan se pone en cabeza. Asciende con seguridad, mosquetonea algún parabolt, enhebra la sabina y entra en la zona desplomada. Un friend, otro parabolt, y al parecer otra sección difícil para llegar a la reunión. De segundo, compruebo que en efecto hay que apretar. Finalmente nos parecerá más un 6b que un 6b+, pero en cualquier caso, un buen 6b.

Sigue Juan por el diedro en otro largo de V sup, muy bonito y no tan vertical, pero donde lo pulido de las presas de pie hace que no bajemos la guardia. Da la impresión de que a veces por aquí debe correr mucha agua.

Y por fin, el terreno tumba. Nos quedan 4 largos más fáciles,  algunos un tanto desnaturalizados por la cercanía de "Abrazo al Vacío". Una pena. Pablo nos conduce a la cima de la pared por un tramo común al espolón NE que recorrimos hace unos años. Hermosas vistas de los Mallos al otro lado del río, y de las cordadas que ascienden por el espolón Fuertes.

Una muy buena escalada, sobre todo los primeros cuatro largos.  La roca es muy buena, y la escalada tiene ambiente, aunque finalmente no hay que cacharrear tanto. Rodeados de tantas vìas sobreequipadas, son de agradecer restauraciones como estas, que no alteran el carácter de las vías. ¡Muy recomendable!

Gran Diedro, Peña Rueba, 320 m, 8 largos, máx 6b/6b+, Vsup/6a obl

Escalada por  Pablo, Juan y Patxi

Lasarte anaiak

 



Entrando en la fisura


Primer largo, 6a





2º largo, 6a




A por el largo clave


6b o 6b+?





4º largo, diedro de v sup



Cordada en el Espolón Fuertes