Tras diversas deliberaciones acerca de qué
objetivo atacar y a qué hora intempestiva saldremos de Barcelona, nos decidimos
por una vía de reciente apertura (2015) en la cara sur del Pedraforca: “The
Passenger”, un itinerario que se presenta como la nueva “clásica” de esta
vertiente del macizo.
Aproximación por el GR que lleva al Prat del
Reo (no como la última vez que jabaliteamos por el torrente de Cal Ninot), un
sendero muy cómodo a través de un bosque de pino negro, abeto y sotobosque de
boj. Parada de avituallamiento en un abrevadero para el ganado y en media hora
nos plantamos a pie de vía, no sin antes haber echado un vistazo a los
siguientes objetivos (Vía de Tots, Estimball, Anglada..) en este mar de piedra
que emerge de la Feixa Alta.
La línea empieza con un primer largo de
adherencia perfectamente equipado sobre una caliza de ensueño, basta con
concentrarse en los pies para empezar a sentir “el placer del gesto”. A medida
que vamos subiendo, nos percatamos de la ausencia de nieve de las cimas colindantes
(Gallina Pelada, Tossa d’Alp, Puigmal..), da la sensación que estemos en pleno
mayo. En el segundo largo, la escalada no baja en dificultad, atravesando la
Vía de la Zoe con un paso atlético para desembocar en una placa ligeramente más
difícil.
El
tercero sigue la misma tónica, alternando pasos de placa y fisura que nos
recuerda a la vecina “Camí del Tro”, y después de cincuenta metros de disfrute
nos plantamos en la reunión para, seguidamente, hacer una travesía
descaradamente a la derecha, a través del único largo que desmerece la vía, un
tramo de transición entre las dos placas que configuran el recorrido, con roca
a controlar y menos seguros con los que guiarnos.
En los últimos tres largos, la pared parece
que se inclina hacia nosotros, pero a su vez, nos brinda con más agarres y una
escalada más espectacular, con un sexto largo antológico que supera un pequeño
desplome con un empotramiento de rodilla. Para rematar, el último largo nos
ofrece unos canalizos tipo “Urriellu” que no hacen más que confirmar lo que
habíamos leído, “The Passenger” es una vía que pasará a ser una clásica por su
equipamiento, calidad de la roca y variedad de pasajes.
En el descenso, nos encontramos con otra
cordada que vienen de hacer la “Wolf Pirate”, un viote a la izquierda de la
Anglada con una dificultad de 6b+ obligado, nos la apuntamos para cuando seamos
mayores. Al llegar al coche, Gonzalo saca su arsenal de víveres para rematar la
actividad y, a cambio, le obsequio con la audición del temazo de Iggy Pop con
el que nos vamos tarareando de vuelta: “singing la-la-la-la-lala-la-lá…”
Luis y Gonzalo
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