Vía de los Suizos al Gran Capucin

La casa de la montaña de Chamonix es como la Casa de Galicia de los Alpes. Todos vamos con una empanada (mental) debajo del ala, el camarero siempre te responde con "Depende" y te vas con más ideas que patas tiene un pulpo, repitiendo "depende", "carallo", "ya se verá"... Y con un palillo en la boca y las alpargatas puestas salieron de allí Paco Martínez Soria, Andrés Pajarés y Fernando Esteso, dispuestos a cruzar un macrotúnel, coger un "telesférico", albergarse en un hotel lleno de pájaras desvergonzadas con intención de subirse al pirulo más famoso de la redolada. A ser posible, por lo fácil y sin agarrarse mucho.

-¿Qué es lo típico de Chamonix?, me preguntaba un amigo. - Joer, lo típico es desplumar al turista: túnel..50 pavos, remonte.. 50 leuros, refugio... 50 del ala, 4 cosas que compras a la familia por aquello del cargo de conciencia... 50 más. Pero en fin, que llegas a lo alto del Skywy "Metropolitan Wanda Arena" y te olvidas de todo esto, del curro, de aquello y lo de más allá. Al fondo se ve nuestro pirulín, asomando como si fuera el mallo Colorao. Nosotros vamos vestidos ya con el traje regional Chamoniardo, es decir, botazas, mochilón, piolet, y cuerda al hombro ( a ser posible tiene que ser todo de marca y a estrenar, para no desentonar). Para descojono general nos enteramos de que al refugio se accede por un túnel desde el mismo Skywy. Ains, si es que somos unos bingueros. Pero bueno, por fin hemos cerrado la primera fase de la expedición: Llegar al refugio.

Como es pronto y queda un rato para cenar, ávidos e impacientes nos calzamos los crampones y salimos a dar un paseo. Más que nada por comprobar -doblechequear, que se dice ahora- que hemos cogido dos crampones y no uno, que llevamos el arnés, etc.... Total, que tras dar un minicursillo de 3' de encordamiento glaciar, tan glaciar como nos pudo dejar el video de youtube que vimos, nos dedicamos a pasar la tarde planeando la vía. Alguno propone que si la Gulliver, que si la Bonatti, que si un día una y al siguiente otra... A mí se me hace bola el salchichón de oírles. Me veo con un café leyendo en el refugio y fingiendo mal de tripas... que es lo más socorrido en estos casos y suele funcionar el engaño como capote al Mihura.

Llegado el gran día, llega pronto. Coincidimos con unos zagales muy majos que nos indican y nos orientan algo a pie de vía. Esto no es pie de vía. Esto es la pierna entera del gigante. Decidimos atacar la rimaya por el lado que no es para hacerlo más difícil, pero si hay Mihuras en el monte, nosotros tenemos a Juanluy, así que sin problemas se encarama por la canal de nieve y luego comienza los primeros largos y va sorteando las dificultades. La vía tiene tres partes: la primera es cruzar la rimaya, unas rampas de roca y colocarse debajo de una fisura doble. La segunda es un tramo muy vertical de varios largos y la tercera un largo a izquierdas por una placa asegurada por dos bolts y ya las rampas más fáciles de salida.

Mis compañeros están entusiasmados. Yo sigo con el salchichón embolado. No sé si es la altura o no estar a la altura. El caso es que prefiero tirar fotos y dejarles hacer. El grado me parece Reblochón tirando a Cabrales. Menos mal que no hemos ido a la Gulliver. Subimos como liliputienses mientras nos adelantan un par de cordadas de las que suben y bajan en el día desde el "telesférico", vamos, lo que haríamos nosotros si viviésemos aquí, dice Ramonio. Ya sabéis que Ramonio aparte de hacer esto te propondría luego subir otra vía más y hacerse el Montblanc de Tacul y luego irse a correr. Es Ramonio quien coge el cabo caliente y se merienda tres o cuatro largos divinos de roca marciana. Las piezas entran a cañón y aunque hemos hecho un poco de pifostio con las cordadas que nos han adelantado, vamos cubriendo largos flipando con los pasos, con las vistas y con el día tan espectacular que nos ha salido. Tras la última parte, cojo yo el relevo por aquello de decir que he colaborado en algo (aparte de poner gilipocelles en las piadas). Llego a cima el primero y Ramonio se encarama al último trozo del Capucin. Visto desde aquí no se ve ni tan grande ni tan Capucin. Yo lo veo más de Carajillín. Si es que es subir y decotar las cosas, manías que tiene uno...

Más contentos que un español medio después de acabar de pagar la hipoteca, nos disponemos a rapelar por la misma vía. Aún tenemos que llegar donde dejamos las botas y la mochila y seguir rapelando para cruzar la rimaya. Se nos ha hecho más tarde de lo previsto. Sumado a la hora y pico de retorno llegamos al refugio ya casi sin luz para cocinarnos fuera algo caliente. Nos sabe a gloria. 

Esta noche dormiremos a pierna suelta. Bueno, yo no, que las literas no están a mi altura y no quepo, pero vamos, que henchidos de gozo y satisfacción vamos a dejar lo de Bonatti para otro día que mañana no hay cuerpo pa tanto festival de jota.

Juanluy observando el Moncayo mientras piensa en la alimentación celular y otros asuntos mundanos

El Mallo Colorao visto desde el Skygüay de los 50 pavos

Dale duro, chiquer, que ha de ceder. En cuanto quitó toda la nieve subimos nosotros

Los cracks que me llevaron de paseo antes de cruzar la rimaya

Ramonio va silbando mientras se preparan abajo otros para la O Sole Mío y para entrar a los Suizos

Le sobra canto, le sobran friends... si es que Juanluy es un sobrao 

Ahí lo tienen, rebañando la fisura como hijo de familia numerosa

Le gustó tanto la escalada que no dejaba de abrazarse a las placas

Ramonio calculando la comisión de "apretura" que nos iba a dejar este largo

Más espectáculo que en el mercadillo un sábado por la mañana

El Moncayo visto desde atrás

No se oye en la foto, pero estaba diciendo de bajar y hacer dos vías más

Nos despedimos del Capucin sin enganchones en la cuerda, que no es poco

Juanluy, Ramonio y Cheba
19/06/2018