19 de julio de 2016
Hace exactamente cuarenta y un años, subimos a dormir al Balcón de Pineta mi amigo Javier Escartín y yo. Al día siguiente escalamos la cara norte del Perdido (hace cuarenta años todavía quedaba algo de glaciar) y empalmamos con la vía de La Gamba al Cilindro. Al día siguiente volvimos a escalar el Cilindro pero esta vez por la vía Montaner Bescós de la cara nordeste.
Algunos años más tarde, en el 95, durante los largos días de mal tiempo en el campo Base del K2, uno de los múltiples planes que allí hicimos fue volver a escalar esta pared. Javier Olivar, el Flaco, con el que compartíamos expedición, nos comentó que había equipado las reuniones y los largos de esta vía con algunos espits. Aquella expedición acabó de la peor de las maneras y esos planes se quedaron por las laderas del K2. Pero a mí me quedaron las ganas de volver a escalar estas vía, era como uno de esos asuntos pendientes que, imagino, todos tenemos por allí.
La cara nordeste del Cilindro no es una gran escalada, la roca deja bastante que desear en muchos tramos, sobre todo en los primeros largos, ni siquiera tiene una dificultad remarcable, algún paso de 6a y otros de V y V+, pero la pared está en un marco incomparable, a más de tres mil metros, con el Monte Perdido y el Lago Helado, Pineta , el Balcón y el lago de Marboré, un entorno que hace de esta escalada una actividad de esas que te dejan bien. Y si además vas en buena compañía y el tiempo acompaña, pues…es que ya no se puede pedir mucho más.
Llegamos a Góriz desde Nerín en un corto y siempre espectacular paseo panorámico de hora y media y al día siguiente nos damos un pequeño madrugón para comenzar a caminar antes de las seis de la mañana, con las primeras luces del día. En hora y media llegamos al Lago Helado. Allí dejamos una mochila con algo de ropa y con los piolets porque vemos que se puede bajar del Cilindro sin tocar la nieve. Necesitamos otra hora y media para empezar a escalar. Hay que subir hasta el collado de la base del Cilindro, descender un poquito y atravesar una pedrera de lo más antipática para llegar a la pared. Vamos a lo más alto de la pedrera y nos damos cuenta de que, según alguna reseña, nos hemos saltado un largo (¿¡!?).
Con ayuda de alguna de las abundantes reseñas que se encuentran en Internet (cuelgo aquí una del Flaco que he tomado prestada de aragon360grados.blogspot.com con prácticas anotaciones posteriores) la escalada se sigue sin problemas. La vía aprovecha las partes más débiles de la pared resultando una escalada no muy vertical que surca una pared muy vertical.
Las reuniones están equipadas con un par de espits, algunos viejos y roñosos pero aparentemente en buen estado. Los largos también tienen algún espit en los pasos claves (cuidado con el espit de la salida de la cueva, en el sexto largo de la reseña, no aguanta ni la mirada, como pone en la reseña, mejor no caerse) así como algún clavo, no obstante conviene ir provisto de un juego de friends hasta el 4 y algún Alien mediano. Aunque llevamos fisureros, no utilizamos ninguno. En cuanto a cintas, con unas 10 o 12 es más que suficiente. Empleamos también alguna cinta larga tanto para lazar algún bloque como para reducir roces de la cuerda en algún largo sinuoso.
La escalada nos costó tres horas cuarenta y cinco minutos y necesitamos nueve horas y media de refugio a refugio, todo tranquilamente, sin agobiarnos con los horarios y disfrutando de la escalada y del panorama.
En resumen, una escalada muy recomendable por su historia, por su ubicación y también, por qué no, por la propia escalada, aunque solo es apta para los amantes de estos terrenos de aventura. Bajarse de la vía debe de ser un asunto bastante complicado.
Otra conclusión a la que he ido llegando después de repetir algunas escaladas de mi juventud es que no éramos tan malos escaladores como nos pensábamos y que teníamos un buen punto de intrepidez.
Esta piada querría dedicársela a Javier, al Flaco y al Americano que, estoy seguro, desde algún sitio van siguiendo este blog.
Ambiente espectacular con el Monte Perdido de fondo Luichy comienza el quinto largo
Cuarto largo (según la reseña) Comienza la roca buena
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Largo quinto, espectacular. |
Llegando a la cueva, sexto largo (según la reseña) |
En la cima |
Ordesa desde la cima
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No tuve la suerte de conocer al Flaco y al Americano y sólo ver en algún rally a Javier y a tí, recuerdo que me parecisteis unos montañeros aguerridos y barbudos, unos tíos duros vaya, yo tendría 17 ó 18 años.
ResponderEliminarDespués al cabo de muchos años he tenido la fortuna de conocerte Lorenzo y también a Inazio de la misma quinta y grupo de escaladores oscense.
Y me puedo imaginar como serían Javier Escartín, Javier Olivar y Lorenzo Ortiz y el maravilloso grupo que formabáis y debido a múltiples desgracias después de vosotros tengo la impresión que no se ha llegado a formar un grupo tan fuerte, tan unido y tan humano entre los aragoneses.
Este comentario va por ellos a los que dedicas la vía pero también por los que estáis aquí y os podemos seguir disfrutando, seguir compartiendo sueños y alguno llegar a cumplirlo.
Un abrazo de un caracol que te tiene que devolver el piolet que te olvidaste ayer en el maletero de mi coche.
No quería dejarme a Pepe Garces, que salió de aquel infierno contigo.
ResponderEliminarSaludos del mismo caracol
Joder Lorenzo, muy entrañable.....Enhorabuena por todo en conjunto......
ResponderEliminarCOMO SIEMPRE UN PLACER LEER LOS POST DE LORENZO, NO COMO LOS MIOS, QUE EL RITMO NO PARE LORENZO QUE ES LO QUE ELLOS HARIAN SI ESTUVIERAN AQUI. SALUDOS
ResponderEliminarFelicidades por la actividad y por la entrañable crónica.
ResponderEliminarA mi también es una Pared que siempre me ha gustado, por el entorno que la rodea. Hace unos años fui a escalar esta vía, pero al ver la mala calidad de la roca, nos desanimamos y ni siquiera empezamos.
Un abrazo
madre los pelos de punta al leeros. sitio espectacular! enhorabuena!
ResponderEliminarSólo conocía a Lorenzo, pero un gran recuerdo para ellos.
ResponderEliminarBuenas
ResponderEliminarAcabo de descubrir este blog buscando reseñas...
La que has colgado me la dio Javier Olivar en el refugio, las anotaciones caóticas son mías
También coincidí con él cuando iba a abrir la goulotte en el Soum de Ramón y su acompañante rompió un crampon y tuvo que hacerla solo
Buena gente...
Pedazo de vía, las variantes más modernas la hacen algo más apretadilla que el itinerario original, pero muy asequible y ambientazo