BELLEFON NUNCA DEFRAUDA. Norte del pico Orhy (2.019 m)

2 de abril de 2016
Chavi, Javi, Nicolás y Lorenzo

Pico de Orhy (2.019 m)
El pico Orhy es una modesta cumbre de apenas dos mil metros, el primer dosmil del Pirineo desde el oeste. En verano se eleva sobre los hayedos de Irati como una esbelta colina apradada y en invierno, desde algún mirador,  se distingue, lejana, como la última cumbre nevada de los vecinos Pirineos navarros. Quizás por eso, en los casi cincuenta años que llevo subiendo montañas nunca he sacado tiempo para ir a esta montaña, seguramente porque para mí carecía de interés. Gracias al amigo Chavi y a su manía de coleccionar o completar listas y a que en el libro de Bellefon de las Cien Mejores está la escalada de la cara norte del Orhy, he podido visitar esta montaña que injustamente tenía tan poco valorada.
Decidimos acceder a la cara norte del Orhy desde Navarra, desde Ochagavía, llegando en coche hasta la estación de esquí de fondo de Abodi, hasta donde estaba limpia la carretera. Ha debido de nevar recientemente porque los árboles todavía tienen nieve en las ramas y las montañas de los alrededores, a pesar de su escasa altura, se ven bastante cubiertas de nieve. Comenzamos el día haciendo algunos kilómetros de más para acceder a la estación. Nos habíamos preocupado de estudiar el itinerario montañero pero no el carretero y nos hemos perdido por este laberinto de carreteras hasta dar con el camino correcto.
Decidimos hacer la actividad sin esquís, de infantería, y mientras vamos hundiéndonos en la nieve de la carretera, por un momento pensamos que nos hemos equivocado, pero al final la decisión ha sido la correcta porque aunque hay zonas de nieve acumulada y profunda, hay otras  zonas muy venteadas donde asoma la hierba y se camina cómodamente.
Finalmente se han animado a venir con nosotros Javi y Nicolás. Cogemos un par de cuerdas, los piolets técnicos y algo de material, un par de clavos, unos friends y poca cosa más. La escalada, por la descripción que hemos podido consultar, no parece muy difícil aunque tampoco tenemos muchos datos y siempre conviene llevar de más, por si acaso.
Seguimos la carretera que lleva al puerto de Larrau hasta dejarla en una curva muy pronunciada, antes del túnel, donde comenzamos a bordear la montaña en dirección al oeste, hacia un collado, ¿collado de Alupeña?, que se supone que nos dará acceso a la cara norte. Mientras bordeamos la ladera sur, el viento que al llegar se apreciaba en la cumbre ha ido arreciando y se ha convertido en una molesta ventisca que en algunos instantes amenaza con tirarlos. Con semejante viento dudamos que podamos subir a la cumbre aunque ninguno decimos nada y seguimos caminando encorvados en dirección al supuesto collado con la esperanza de que realmente éste exista y podamos ir a la base de la cara norte y también con la esperanza de que allí estemos protegidos del ya huracanado viento del sur..
El collado no tiene mucha forma de collado, más bien es una arista, pero podemos bajar a la vertiente francesa, a la cara norte, al principio por una pendiente fuerte y con nieve dura y después, cuando ya bordeamos hacia la cara norte, con nieve más blanda y a veces hasta profunda.
Dudamos unos instantes de por dónde será la ruta correcta. Chavi lleva una foto de Internet que, aunque está medio deshecha, nos permite distinguir algún detalle que creemos reconocer, pero como hay mucha nieve y, sobre todo, la roca está cubierta de una costra de hielo o nieve, no estamos seguros de interpretar bien la foto.
Finalmente parece que damos con el camino correcto y escalamos por canales y resaltes nevados, a veces algo helados, a veces algo mosqueantes porque aquello suena a hueco, pero siempre cómodos de escalar. Y así, sin grandes dificultades, con el arnés puesto, el material colgando pero con las cuerdas sin sacar de la mochila, aunque empleando los dos piolets, vamos acercándonos a la inmensa nube de nieve que arrastra el viento en la arista cimera.
Tardamos apenas una hora en escalar los 500 metros de la cara norte (en el libro de la Cien habla de dos o tres horas) y salimos a unos doscientos metros al oeste de la cima en medio de la ventisca que todavía parece que ha arreciado más. A menudo tenemos que apoyarnos en los dos piolets para mantener el equilibrio mientras nos cubre la ventisca. ¡Vaya con el Orhy! Y parecía una cumbre de “chicha y nabo”. Foto rápida en la cumbre, que no hace día para contemplar el paisaje, y para abajo echando leches.
La bajada por la vía normal, muy evidente, por el sur hacia la carretera, sin más historia que  la contemplación de este, para nosotros olvidado rincón del Pirineo que intuimos bien plácido y bonito con mejor tiempo.
Mientras nos quitamos las botas y vamos al bar a echar una cerveza con bocata incluido, que nos lo hemos merecido, vemos que ha desaparecido la ventisca y la cumbre del Orhy se muestra limpia e inofensiva, como si sonriera tras dar una pequeña lección a cuatro aguerridos alpinistas soberbios y engreídos.

Lorenzo

Aproximación con ventisca incluida.

Escalando los resaltes con buena nieve helada.

Y en lo alto arrecia la ventisca.


Salimos de la norte, y sigue la ventisca.

Llegamos a la cima, con cuidado para que no nos tire el viento.


Datos de nuestro altímetro: desnivel acumulado, 1.200 mtrs. Horario de coche a coche, sin reposar, 5 horas 50 minutos.

2 comentarios:

  1. Nunca es tarde si la dicha es buena, según reza el refrán.
    Felicidades pero otro día pedir que cierren la ventana aunque solo sea un poco jope...!
    Antonio

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  2. Madre que tios!!! Me he tenido que poner el Goretex a mitad de piada para poder seguir leyendola....Grandes!!!

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