MAS SOBRE LA CARACOLADA PEDRICERA



MAS SOBRE LA CARACOLADA PEDRICERA
Hay piadas imprescindibles, sobre vías extrañas o misteriosas de las que no circula la información. Sin saber qué material llevar y con qué te vas a encontrar, hace falta mucho valor, a veces demasiado, para entrar a según que vías. Luego están las piadas habituales, que nos dan ideas y nos motivan (o desmotivan) sobre terrenos que más o menos conocemos. Por último están las piadas piltrafillas, que no aportan gran cosa, pues no hacen más que repetir lo que ya todos sabemos. 

Peñalarco o el Hueso
La chimenea, lo ya escalado.

Pues bueno, esta es una de las últimas. No aporta nada al alpinismo, pero la verdad es que nos lo pasamos muy bien
Y lo que queda por escalar




















Los anfitriones de la caracolada eligieron con buen criterio el Pájaro como terreno para el sábado. Ahí podríamos hacer vías largas y repartirnos en diferentes líneas sin hacer atascos. Pero habiendo oído yo hace tiempo legendarias historias para no dormir sobre chimeneas desequipadas, escaladas antaño por la otra mitad de los Lasarte anaiak, me resistí a la oferta, siendo secundado por un trío de indígenas mesetarios Jose Luis, Luis y Fojo, que me condujeron hasta el Hueso. ¡Alucinante! Una escalada entretenida sobre arquitecturas oníricas y surrealistas que algún día se derrumbarán. Y sobre todo un entorno de un exotismo que a los que venimos del norte nos parece de otro planeta. La chimenea finalmente se pasa bastante bién, pero si llego a saber llevo rodilleras. ¡Ah! Y nunca hagáis caso de los locales cuando os digan que no hacen falta fisus. A veces habrían quedado mejor que los aliens. Y para el segundo largo, camelot del 3 y 4, aunque los indígenas me decían que con el del 3 bastaba. Para que te fíes.

Fulgencio al Hueso
Cordada en la Tito Rolin Bus

Tras las escalada, la cena y la postcena animada con jotas y chascarrillos, un caluroso domingo nos ve resoplar en la cuesta del Tranco al Yelmo, cada uno rumiando su resaca con cristiana resignación. El sudor sabe a pacharán, la cuesta se hace interminable, pero al fin aparece el pedazo peñasco ese, y empiezan las dudas. Los que saben ya nos dicen que hoy hace demasiado calor para apretar en adherencia, pero Chavi quiere tacharse la Nani de una de sus listas, y Paco se deja engañar. Yo me aprovecho y me acoplo sin que se enteren. 
En el largo duro de la Nani, Paco estirando
Chavi en el mismo largo





 La vía es una combinación de pasos delicados y puñeteros con secciones más cómodas pero con grandes sartenazos, que parecen ser la especialidad local. Los vascos tenemos el euskara, el bacalao al pil pil y el concierto vasco, y los pedriceros tienen sus sartenazos y sus chapas en Alejandría. Paco tiene el detalle de currarse los largos duros. Y después, pues llega el concepto extraño ese de escalar sin presas, curiosa mezcla de fé y de huida hacia adelante. Y el éter se llena de juramentos e imprecaciones: “Templa, templa!!” “Creételo!” “ Que sí, que síí!!” Además de gruñidos y onomatopeyas varias… Y no es más que Vsup/6ª…

5º largo, 6a uf!

Qué bueno es viajar, cuánto se aprende. ¡Y que bien se los pasa uno! Grandes caracoles!



El largo de salida también se las trae.


Lasarte anaiak

2 comentarios:

  1. El Txakoli!!! Riquisimo!! Tenemos que coincidir mas veces!! Un abrazo!!

    ResponderEliminar
  2. Estupenda caracolada, estupenda compañía y estupendas escaladas. ¿Qué más se puede pedir?
    Se puede pedir....¡¡¡¡otra de lo mismo!!!!!

    ResponderEliminar