Ignacio y Lorenzo
16 Agosto 2015
Hace exactamente 41 años escalé la Despiau del Petit Pic
D’Ansabere con mi amigo Chus Mairal. Por aquel entonces íbamos con bota dura,
matillo, clavos y algún excéntrico. Yo debía de estar muy habituado a escalar
en chimeneas y fisuras, en esos años estaba estudiando en Pamplona y
frecuentaba las duras fisuras y off wich de Echauri. Tengo anotado en mis
libretas que tardamos tres horas y media en escalar la vía.
Hace 41 años, unos intrépidos. |
Qué jóvenes éramos hace 41 años |
en compañía de Toño Ubieto, Victor Arnal, Ángel Roy y Chesu Fumanal. Ignacio no guardaba buen recuerdo de la Despiau porque en el penúltimo largo se equivocó de chimenea y tuvo un accidente que podría haber acabado muy mal aunque se saldó con un buen susto, abundantes magulladuras y las dos cuerdas totalmente inutilizadas.
Ignacio tenía muchas ganas de repetir la vía, como dice él, de
enfrentarse con el pasado, y a mí no me importaba volver, es más, estaba
encantado de ir a escalar con Ignacio que ya llevábamos días sin atarnos.
Nos desplazamos al pintoresco valle de Lescún, hasta el
aparcamiento de Ansabere, y en hora y tres cuartos, después de caminar por el
bonito bosque de hayas, pasar por la cabaña de Ansabere, un poco asustados por
la mala fama de sus perros que en esta ocasión no nos hicieron ni caso, y de
subir una fastidiosa pedrera, nos plantamos en la base de la pared.
Delante de nosotros van Dani Moreno y Taus (hace días que
conozco a Dani y no lo reconocí. Perdona Dani, soy un desastre) que van al
Espígolo de Ansabere.
Las agujas de Ansabere, siempre impresionantes |
La vía sigue la chimenea central, muy visible, de la cara este del Petit Pic d'Ansabere |
La Despiau-Ferrané sigue la profunda chimenea que corta
diagonalmente la cara este del Petit Pic d’Ansabere. La vía se abrió en 1.964 y
es una escalada clásica de chimeneas y fisuras. Son 250 metros con pasos de V y
un pasaje de V+. semiequipada con algunos clavos y con reuniones montadas con
un espit y un par de clavos. La roca es buena en general, sin olvidar que es
una vía de alta montaña y que hay que prestar atención, aunque tiene tramos de
roca descompuesta y algún largo expuesto, sobre todo el último que aunque es
fácil, no se puede asegurar bien y la roca deja bastante que desear.
Descripción de la vía según reseña de Internet (y según mi
traducción) pero con nuestros matices:
L1: `IV+ 45 metros. Cuatro clavos. Nosotros sólo
encontramos dos.
L2: IV+ 20
metros. Largo corto con una reunión con dos clavos en el flanco derecho. Se
ve perfectamente desde la reunión anterior. Todas las reuniones tienen además un
spit.
Segundo largo |
L3: V+ 45
metros. Franquear el desplome (V), proseguir por la chimenea y pasar un segundo
desplome formado por un bloque que se pasa por la izquierda (V+). Reunión
equipada encima. En este último desplome estuvimos dudando de por dónde
pasar, al final subimos por la derecha del obstáculo y arriba nos pasamos a la
izquierda para terminar de superar el desplome.
L4: V 45 metros. Franquear un estrechamiento penoso
(V) y en la salida oblicuar hacia la derecha al nivel de una terraza para pasar
el ángulo de la chimenea (no dejarse atraer por la chimenea de arriba en la que
se ve un cordino sobre un bloque). Remontar el pequeño espolón (IV) y el diedro
que sigue (IV+/V). Reunión. Bueno, este largo no está muy bien descrito, o
por lo menos no se entiende muy bien, para empezar la reunión está montada en
lo alto del “pequeño espolón”, con lo cual, “el diedro” pertenece al siguiente
largo y la longitud de este largo se reduce a 30 metros, y el siguiente se
alarga a 45 metros. Y lo de “oblicuar” pues no es más que tender hacia la
derecha en dirección al espolón, sin seguir hacia la chimenea de arriba que,
desde luego, tiene un aspecto nada atractivo. El itinerario creo que se intuye
bastante bien.
Cuarto largo, el estrechamiento penoso |
L5: V 30 metros. Pasar los bloques de encima (V),
proseguir más fácilmente hasta una gruta donde se encuentra la reunión. Ya
he comentado que este largo realmente comienza por el diedro descrito
anteriormente y continúa por unos bloques de aspecto poco consistente pero que
finalmente aguantan y así se llega a la cueva de la reunión. 45 metros.
Antepenúltimo largo |
Penúltimo largo. Ignacio enfrentándose a su pasado |
L7: IV 45 metros. Pasar la pequeña brecha a la
derecha, se encuentra detrás una larga fisura (pitón al comienzo) que lleva a
una brecha (IV); proseguir por unas placas que llevan a la cima misma (IV
después III). Reunión en la cima misma sobre dos spits. Realmente sales a
una especie de arista que escalas hasta llegar a la brecha que describe el
texto, allí hay un clavo, después subes por una placa escamosa fácil pero donde
hay que prestar atención a dónde te agarras porque está bastante descompuesto y
es difícil de asegurar. Yo creo que el largo tiene fácilmente más de 55 metros.
Dani y Taus en la salida directa del Espígolo |
Dani y Taus en la salida directa del Espígolo |
Lo mejor de la vía; la compañía, por supuesto, y el entorno. Escalar en el valle de Lescún siempre me ha parecido algo idílico. Un paisaje verde culminado por picos agrestes y amenizado por el constante tintineo de las esquilas de los rebaños que pastorean algo más abajo. ¡Ah! Y el espectáculo de ver a Dani y a Taus escalando como si tal cosa la salida directa del Espígolo. Todo en libre, según dicen hasta 7c. ¡Cómo está de fuerte el personal!
Los protas. Al fondo el pico Petrechema y la aguja grande de Ansabere |
Lorenzo
Que envidia sana dan esas fotos de Ansabare!!
ResponderEliminarSeguir así chicos!! . Ya os tengo reservada alguna fisura cinco estrellas aquí en la Pedri para cuando bajeis a los Madriles….
Hace 41 y con la misma ilusión!
ResponderEliminarSerá que empiezo a hacerme mayor, pero cada día me gustan más estas piadas retrospectivas de lo nuevo y lo antiguo
Abrazos
Yo subí hace también casi cuarenta años y encontramos una gran roca desprendida en el suelo de una especie de cueva con cuerdas asomando por uno y otro lado de la roca, supongo que sería lo que cuentas de Ignacio y compañeros, debimos subir poco después de ellos, la verdad es que esa visión nos dejo con bastante congoja y terminamos la vía con exquisito cuidado, como si fuéramos pisando huevos. Enhorabuena por estar tan fuertes como para volver por allí después de tanto tiempo.
ResponderEliminarJ.B.
…evidentemente, lo que viste Jesús fueron los restos de mi naufragio.
ResponderEliminarCuando tomé el camino equivocado, un enorme bloque empotrado de varias toneladas se vino abajo nada mas tocarlo y yo detrás de él con todo el detritus que había encima, mis compañeros en la reunión se pudieron resguardar bajo la cueva pero las piedras arrastraron la mochila de nuestra cordada que estaba mas afuera, hasta el suelo a 200 m..
Por mi parte baje rodando 8 ó 10 mts por la chimenea hasta que mis cuerdas se atascaron en un bloque que quedo encajado y yo debajo de él. La cuerdas se cortaron por varios sitios, me desaté (en aquella época nos atábamos directamente a la cuerda sin arnés) y allí se quedaron, trepé hasta un sitio mas seguro a esperar a mis compañeros que me socorrieron.
Para los creyentes esto puede ser un milagro, para los que no lo son una casualidad o fruto de la suerte, para mi no lo se, esta claro que volví a nacer.
Un abrazo J.B. y nos vemos.
Pues yo quise imaginar que no había nadie debajo del pedrusco, que era del tamaño de un seiscientos creo recordar, aunque puede que con los años exgere, pero ya te digo que se nos quedó un cuerpo muy malo; acabamos la vía mirando hacia todos los lados pensando qué podía caer y de dónde; en estos casos la imaginación te juega malas pasadas y aunque entonces no había Greim pensamos que si había quedado alguno debajo ya lo habría sacado alguien. Me alegro que salieseis bien de aquella aventura, de todas las posteriores que ya sé que han sido muchas y, sobre todo, como he dicho en el post anterior, que tengais ganas y fuerzas de volver por allí, sois mis héroes. Un abrazo Ignazio.
ResponderEliminarJesús.