Julio 2012, Juan Luis y Ramón.
Ilusión: esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo. Esto realmente siempre ha sido esta vía para nosotros, una ilusión. Aun recuerdo el primer día que supimos de ella por un escalador que iba a hacerla el mismo día que nosotros fuimos al Gallinero. Desde entonces, temporada tras temporada, nunca hemos juntado el valor ni el entrenamiento necesario para escalarla con un mínimo de dignidad. Pero este año sí, después de terminar varias vias en el Libro Abierto y en el Tozal nos atrevimos a probarla.
La sensación que tengo después de varias semanas es que es una vía preciosa, muy vertical, exigente y con un equipamiento moderno. Los seguros que tiene, hacen que nunca pierdas la vía, y hacen sentirte seguro en momentos que no podrías protegerte, pero ni mucho menos es una vía equipada, todos los largos sin excepción hay que meter seguros y siempre es bien protegible. Todas las reuniones están montadas.
Los dos primeros largos los empalmamos en una buenísima tirada de casi 60 metros. El grado que marca es de 6a y 6a+, pero no hay que fiarse, ya se ve que son exigentes.
El siguiente marca 6b y tiene un tramo al principio que sin ser dificil no supimos colocar buenos seguros. La ultima parte del largo, una travesía a izquierda esta muy bien equipada.
El siguiente es 7a+, con un paso a bloque en la salida muy duro y que no supimos liberar, el resto del largo sigue siendo más que vertical y exigente.
El siguiente largo, es un regalo, extraplomado y con grandes presas,bien equipado y un final con una travesía espectacular y protegible.
Ya estamos debajo del techo, dos largos muy buenos que habíamos hecho hacía unos días mientras escalamos Sol Negro. Así que el primero lo resolvió muy rápido Juan Luis, y yo salí con las piezas adecuadas para salir en A1 en el segundo largo. La reunión es espectacular, desde allí pude observar y animar a Juan Luis, mientras lo resolvía magistralmente y conseguía llegar a la reunión totalmente en libre. Es una maquina¡¡¡
Los dos siguientes largos, son realmente directos, con una continuidad de fisuras y bloques totalmente extraplomados. ¡qué auténtica delicia poder escalarlos¡
Los dos siguientes largos, bajan en dificultad, aunque hay que seguir pendiente. Juan Luis los empalmó, y mientras yo subía, oia cómo se reia. Cuando llegué me di cuenta cuál era el motivo de su risa, y era el aspecto del último largo, que aunque corto, marcan de 6b. Pues eso, que no es fácil, que hay que guardarse un poco de energía para resolverlo.
Tras siete horas y media, llegábamos a la cima después de escalar, con bastante dignidad, una ilusión de hace años. Excelente vía, una delicia para el libre.
Cuando cumples una ilusión (en este aspecto deportivo y vital que compartimos), y además te cuesta tiempo, esfuerzo, entrenamiento y dedicación, parece que vacias un espacio dentro que hay que llenarlo, y mientras bajábamos por ese camino que tanto conocemos tan bello y salvaje, ya lo hize, así que Juanluy y todos los que compartís con nosotros escaladas (y todos los nuevos por conocer), hay que seguir entrenando y exigiéndonos para poder cumplir nuestras ilusiones.
Os digo esto porque, durante mucho tiempo, confié en que un cambio era posible, que algo cambiaría y que alguien vendría y tomaría las decisiones adecuadas que socialmente nos hicieran avanzar. Pero cada día que pasa, cada decisión que se toma, cada noticiario que escucho, cada discurso que escucho de nuestros dirigentes, me hace pensar que estoy equivocado, y que el cambio no está allí y que nunca lo ha estado y que por supuesto nunca lo estará. Así que nos toca derrochar imaginación, invertir esfuerzo, ser autoexigentes y atrevernos a ser cada día mejores escaladores, pero sobre todo mejores personas. Que nunca falte la ilusión por escalar y por vivir¡¡¡ Que no nos la quiten¡¡¡
Juan Luis y Ramón.
P.D. ansiosos por una nueva reunión de caracoles
